La huelga de 24 horas convocada el jueves por la oposición al gobierno de Daniel Ortega para reclamar la liberación de manifestantes presos dejó calles y pueblos vacíos y aunque hubo sectores que laboraron con normalidad, el consumo se vio afectado.
Pequeños negocios, algunos supermercados y colegios de Managua cerraron en apoyo al paro promovido por las coaliciones opositoras Alianza Cívica (AC) y Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), la empresa privada, organizaciones universitarias y el Comité de Familiares de Presos Políticos.
Farmacias y gasolineras abrieron, al igual que los bancos, que fueron amenazados con sanciones por el gobierno si secundaban el paro, pero muchos establecimientos cerraron después del medio día por falta de clientes.
La oposición no dudó en hablar de un éxito de convocatoria.
“La gente se sumó masivamente a nuestro llamado y cumplió su compromiso ciudadano de vaciar las calles y dejar de consumir”, dijo a la AP el político y negociador de la Alianza Cívica, José Pallais, al destacar que si bien muchas empresas abrieron sus puertas, la mayoría de la población no salió de sus casas. A su juicio hubo un seguimiento del 65 a 70% de la población y una reducción del consumo del 90%.
El gobierno emitió un comunicado en el que ofreció liberar a todos los presos políticos a más tardar el 18 de junio, seguir promoviendo una reforma electoral “para las elecciones de 2021” y fomentar la reconciliación y el retorno voluntario de los exiliados.
La vicepresidenta, Rosario Murillo, portavoz del ejecutivo y esposa de Ortega, minimizó el impacto del paro aunque sin aludir directamente a la protesta. “En toda Nicaragua, las familias vivimos las actividades de cada día: las labores del campo, la educación para avanzar, la salud que protege, los caminos y carreteras que nos comunican”, afirmó en sus habituales declaraciones diarias por radio y televisión.
En el día se observó poco tráfico sobre la carretera a Masaya y la carretera panamericana, que comunica a Nicaragua con el resto de Centroamérica aunque las cooperativas de autobuses y taxis sí operaban aunque con escasa demanda.
“Paramos y vaciamos las calles no por resignación sino por indignación. Paramos por la libertad de los inocentes en las cárceles. Paramos para no consumir y no aportar a nuestra propia represión”, declaró Haydeé Castillo, activista de derechos humanos y dirigente de la UNAB.
Otros optaron por abrir por pragmatismo. “Si yo no trabajo no como, a mí la política no me mantiene”, dijo a la AP Evelia Herrera, dueña de una pequeña tienda de abarrotes en una zona residencial de las afueras de Managua.
Tanto en León como en las ciudades de Chinandega, Camoapa, Masaya y Diriamba las radioemisoras locales reportaron un ambiente desolado y poco movimiento comercial.
Durante la jornada de paro, medios de prensa digitales publicaron fotografías de agentes policiales fotografiando negocios y empresas que se adhirieron al paro nacional. Los policías no explicaron por qué lo hacían.
De acuerdo con estimaciones del sector privado, el paro nacional podría dejar pérdidas económicas de hasta 20 millones de dólares por día.
Mientras tanto, el portal oficial El 19 Digital divulgó los resultados de una encuesta de la consultora local SISMO LIX según la cual 57,7% de la población aprueba el desempeño del presidente Ortega. El sondeo, realizado del 5 al 16 de mayo, indicó que 96,9% de la población quiere un país en paz y 97,6% desea estabilidad social y económica. Asimismo, un 96,7% desea seguridad ciudadana, agregó el informe de la encuestadora vinculada al gobierno.-AP