Este martes se cumple un plazo clave para miles de hondureños amparados bajo el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), una medida migratoria otorgada por Estados Unidos desde 1999. Si el Gobierno estadounidense no emite una comunicación oficial antes del final del día, el beneficio se renovará de manera automática por seis meses más.
La legislación estadounidense establece que cualquier decisión sobre la prórroga o cancelación del TPS debe ser notificada al menos 60 días antes de su vencimiento. Como la actual extensión tiene como fecha límite el 5 de julio de 2025, el 6 de mayo se convierte en la fecha límite para emitir ese aviso. De no hacerlo, la prórroga entraría en vigencia automáticamente.
El TPS fue concedido a Honduras tras la devastación causada por el huracán Mitch a finales de 1998. Desde entonces, miles de hondureños han encontrado en este estatus una oportunidad para trabajar legalmente y establecerse en Estados Unidos. En sus inicios, más de 100 mil connacionales se beneficiaron con la medida, aunque hoy en día la cifra ha disminuido a cerca de 55 mil, según datos oficiales.
El programa permite a los beneficiarios acceder a un permiso temporal de trabajo y protección frente a la deportación, siempre y cuando mantengan un estatus migratorio regular bajo esta figura.
Además del TPS otorgado tras Mitch, el gobierno hondureño mantiene vigente una solicitud para un nuevo estatus de protección temporal dirigido a los afectados por los fenómenos naturales Eta e Iota, que golpearon el país en 2020. Sin embargo, esa solicitud aún no ha recibido respuesta formal por parte de las autoridades de EE. UU.
Mientras tanto, la falta de pronunciamiento oficial sobre el futuro del TPS genera incertidumbre entre la comunidad migrante hondureña, que teme un eventual retiro del beneficio si no se confirma su extensión. Un silencio prolongado podría interpretarse como una señal negativa, aunque legalmente aún permitiría la renovación automática en esta ocasión.