Este lunes 3 de febrero de 2025, miles de hondureños se congregaron para rendir homenaje a la Virgen de Suyapa, Patrona de la nación, durante la Santa Eucaristía celebrada en su honor. La ceremonia, que tuvo lugar en la Basílica de Suyapa, contó con la presencia de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro de Zelaya, así como de destacados representantes de los tres poderes del Estado, quienes se unieron en oración para pedir por la paz y el bienestar de la nación.
El arzobispo José Vicente Nácher, encargado de la misa, dedicó su homilía a un tema profundo y relevante para la sociedad actual: la importancia de vivir en la verdad en un mundo marcado por la falsedad y las mentiras. En su mensaje, Nácher destacó que, al igual que la Virgen María, las personas deben ser dóciles a la voluntad de Dios, ya que esto les permitirá vivir con autenticidad, sin máscaras ni engaños.
“Si nos dejamos guiar por Dios, podremos tener un solo rostro, un alma limpia y valiente, sin necesidad de recurrir a la falsedad que tan fácilmente se impone en el mundo actual”, expresó el arzobispo. A lo largo de su sermón, Nácher hizo hincapié en que el engaño y la mentira solo conducen a la insatisfacción y al descontento, mientras que la verdad, representada por la figura de la Virgen de Suyapa, es integradora, fiel y llena de luz.
“En María santísima solo cabe la verdad. Vivir en la verdad no es solo posible, es necesario. Aunque algunos puedan pensar que mis palabras son ideales y alejadas de la realidad, quiero decirles que no quiero vivir en un mundo de mentiras”, afirmó, invitando a los fieles a reflexionar sobre su comportamiento y su compromiso con la verdad.
El arzobispo concluyó su mensaje subrayando que la repetición constante de mentiras no debe hacer que estas sean percibidas como verdades. “Cada vez que miramos a la Virgen de Suyapa, renovamos nuestra fe en la verdad y en el poder de la honestidad que ella representa”, señaló.
Este evento no solo fue una muestra de devoción religiosa, sino también un llamado a la reflexión sobre los valores fundamentales que sustentan una sociedad justa y honesta. La misa en honor a la Virgen de Suyapa reafirmó, una vez más, la importancia de la fe y la verdad en el corazón de la nación hondureña.