Uno de los hombres más longevos de Honduras que había resultado contagiado de COVID-19, salió victorioso de la batalla contra la letal enfermedad.
Se trata del maestro jubilado Fernando Rodríguez Joya de 105 años de edad, originario y residente del departamento de Choluteca, zona sur de Honduras.
El veterano docente nació un 14 de agosto de 1,915, con más de un centenar de años, luchó por más de una semana en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) de la región.
Famliares del anciano relataron que tras conocer que su pariente había resultado positivo al COVID-19, pensaron lo peor y que nunca más volverían a ver a su pariente.
‘Cuando lo llevaron para la clínica, él iba demasiado mal, no esperamos que iba a regresar con vida porque iba inconsciente no conocía a las personas’, dijo una familiar del hombre.
La sorpresa para ellos fue cuando recibieron una llamada del centro asistencial, informándoles que su ‘tío Nando’, como le llaman de cariño, había sido dado de alta y que se prepararan para recibirlo en casa.
‘No esperábamos esa noticia, él está bien lucido ahora y se encuentra bien’, agregó la mujer.
‘El microbio del coronavirus me revolcó, yo no salía de mi casa y aún así me dio, no me sirvió de nada’, dijo con voz pausada el anciano.
Entre risas recordó que fue maestro del presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, cuando estudió en la escuela Dionisio de Herrera.
‘A él le gustaba jugar pelota con los otros cipotes, yo fui su maestro’, relató.
Rodríguez Joya, pasa su tiempo ahora al lado de su familia, leyendo los diferentes rotativos de circulación nacional, y pendiente del acontecer político internacional.
Parientes del hombre centenario agradecen a Dios por la oportunidad de ver regresar a su mentor quien comparte sus historias y experiencia de vida.