Dejando atrás el machismo, las críticas y los roles de genero, la joven de 25 años, Ruth Oliva, no se detiene para cumplir sus sueños y su pasión, trabajar operando maquinaria pesada.
Desde hace cuatro años, la originaria de Tegucigalpa, Francisco Morazán, se dedica a está labor, incluso en la actualidad es la encargada de capacitar a otras personas en la obra que realizan en San José del Potrero, Comayagua, una zona fronteriza con el departamento de Yoro.
«Mi experiencia en este trabajo ha sido la mejor… Me fascina este trabajo», contó Oliva.
Cabe resaltar que antes de manejar las retroexcavadoras, la capitalina comenzó siendo asistente de albañil, camino que ha sido largo de recorrer.
«Ha habido mucho machismo, no lo voy a negar, han habido muchos hombres que piensan que no puedo desempeñar el mismo trabajo de ellos, pero sí puedo», afirmó la joven.
En este momento, Ruth Oliva tiene seis meses de embarazo, pero esto no ha sido un impedimento para continuar con su labor, incluso asegura que «me pegan más dolores cuando estoy en la casa».