Honduras acumula en los primeros 53 días del año un total de 11 mil 855 deportados, un promedio de 224 retornos por día, según estadísticas de la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional.
Así lo informó este martes el vicecanciller para Asuntos Consulares y Migratorios de Honduras, Antonio García, quien indicó que se prevé que este año se superarán los registros de cierre del 2021.
Recordó que durante el año anterior se registró la deportación de 52 mil connacionales.
Desglosó que en enero de 2021 fueron deportados 2 mil 900 hondureños mientras que en enero de 2022 se registró el retorno de 6 mil 94 hondureños.
Reveló que en el presente año ya existe un aumento de más del 100 % en las deportaciones de hondureños respecto a los primeros meses del año anterior.
De continuar con esta tendencia se superará el registro de cierre de año del 2021 al llegar al mes de diciembre, razonó.
Adicionalmente, alertó que existe una gran cantidad de hondureños varados en México y en la frontera sur de Estados Unidos.
Acotó que este gran número de migrantes hondureños varados provocará un aumento de las deportaciones en el presente año.
Aceptó que los altos flujos de migrantes hondureños se concentran en la mala gobernanza, corrupción y la falta de empleo en el país centroamericano.
En ese sentido, indicó que es una tarea gigantesca del nuevo gobierno poder reducir y prevenir la migración ofreciendo las oportunidades a los connacionales en su propio país.
Como nuevas autoridades buscarán dar respuesta a cada hondureño deportado para que encuentre oportunidades en el país y no vuelvan a emigrar.
La migración y sus causas estructurales es una deuda histórica del Estado con los connacionales.
Los flujos migratorios se han incrementado de forma progresiva en la última década hasta llegar a registrar casi 100 mil deportados en un año.
La pandemia y las restricciones de los países para prevenir el contagio del virus no han sido un obstáculo mayor para los hondureños que buscan mejores oportunidades en otro país.
Así queda demostrado en el creciente número de deportaciones de connacionales tanto por la vía aérea como terrestre.