La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, ha evidenciado la hipocresía de su gobierno al participar en un acto de inauguración junto al presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), Karim Qubain, tras haber mantenido un discurso crítico hacia el empresariado del país.
A lo largo de su mandato, Castro y su gabinete han señalado a los empresarios, acusándolos de infligir un daño considerable al pueblo hondureño, y han denunciado que “diez familias acumulan el 80% del PIB”, en un claro ataque a la concentración del poder económico. Sin embargo, su reciente aparición en un evento con líderes empresariales contradice estas afirmaciones, dejando en evidencia una falta de coherencia en su postura.
Este acto no solo contradice sus declaraciones anteriores, sino que subraya la desconexión entre el discurso de la presidenta y las realidades políticas y económicas que enfrenta el país. La situación plantea interrogantes sobre la autenticidad de las intenciones de su gobierno en relación con el sector privado y el desarrollo económico de Honduras.