Arnulfo preparó a su hija Yosari Valle Lemus para tomar las riendas del cártel y Luis hizo lo mismo con su hijo Luis, llamado también «Luisito». Hoy, ambos continúan el negocio de drogas y toda la actividad criminal.
No obstante, el relevo generacional resultó aún más violento que el que iniciaron sus padres en los poblados del occidente, explica un agente de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN).
“Todo con el afán de mantener el liderazgo y conservar las relaciones de poder que tejieron sus padres por más de dos décadas”, refiere.
Desde pequeña, la hija de Arnulfo Valle, según los investigadores, fue instruida para conocer el negocio, para mandar, hacerse respetar y tomar las decisiones más complicadas sin ninguna clase de sentimentalismos. Le enseñaron a actuar fríamente.
“La prepararon no solo para conocer las operaciones del cártel o coordinar cargamentos, sino también para que tuviera el control y fuera temida. A ella no le temblaba la mano para castigar a los desleales, la hicieron dura, fría y calculadora”, detalla a tunota el agente. Pero a Yosari, además del manejo de armas de grueso calibre, también la enseñaron a pilotear helicópteros y avionetas.
“Es ducha (experta) en el manejo de aeronaves y en las armas. Es un peso pesado y es una mujer dura a la que no le tiembla dar una orden para acabar con la vida de alguien”, dice el agente de la DLCN.