El hijo de la presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, y su esposa, Natalia Compagnon, fueron citados a declarar este miércoles ante la Fiscalía por supuestas irregularidades en un millonario negocio inmobiliario.
Mientras que en Honduras la familia del presidente Juan Orlando Hernández sigue siendo protegida a pesar de los señalamientos de supuestos actos de corrupción que han cometido desde que Hernández está al frente del país.
Según fuentes de la fiscalía de Rancagua, situada a 90 kilómetros al sur de Santiago, el matrimonio estaría citado a sentarse pasado mañana frente al fiscal regional de O’Higgins, Luis Toledo para explicar su situación.
En la investigación, a Dávalos se le acusa de supuesto tráfico de influencias y uso de información privilegiada, circunstancia que le costó el puesto como director sociocultural de la Presidencia.
Natalia Compagnon, que es socia del 50 % de la empresa Caval Limitada, obtuvo un préstamo el 16 de diciembre de 2013 por unos 10,4 millones de dólares (la firma sólo tenía un capital de unos 9.700 dólares), justo un día después del triunfo de Bachelet en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
En Honduras Hilda Hernández, hermana del mandatario y actual ministra de su gobierno, ha sido señalada por construirse un Palacio multimillonario y las autoridades no han investigado de donde ha provenido el dinero que financia esa edificación.
La polémica fue más allá, ya que el crédito otorgado por el Banco de Chile fue para la compra de unos terrenos en el municipio de Machalí, cerca de Santiago, que después se vendieron a un precio superior a su compra en unos 4,8 millones de dólares.
La operación se fraguó durante una reunión celebrada en la sede del banco en noviembre del 2013 en la que participaron Andrónico Luksic, dueño y vicepresidente de la entidad financiera, y el propio Sebastián Dávalos, por entonces gerente de operaciones de Caval.
Paralelo a esta denuncia, este lunes comenzó el juicio laboral entre el exasesor de Caval, Sergio Bustos, y la misma empresa.
Bustos demandó a la compañía de Compagnon por el no pago de 14 sueldos, correspondientes a unos 325 mil dólares, que debieron ser pagados por las gestiones que realizó previo a la entrega del polémico crédito.
A la salida de la audiencia, Bustos señaló a los periodistas que «el señor Luksic le dijo a la secretaria que él prefería que fuera su esposo (de Natalia Compagnon)», a la reunión por el préstamo bancario.
Sin embargo, el vicepresidente del Banco de Chile, Andrónico Luksic, emitió un comunicado este lunes en el que niega que haya sido él quien solicitó la reunión con Natalia Compagnon y Sebastián Dávalos para ver el tema del crédito a Caval.
El tribunal de Santiago fijó para el próximo 23 de abril la audiencia donde entregará la resolución de este juicio laboral entre Bustos y Caval.
Ante la polémica, el pasado viernes 13 de febrero, Dávalos decidió renunciar a su cargo como director sociocultural de la Presidencia.
La repercusión del caso ha golpeado duramente la popularidad de Bachelet, cuya aprobación en marzo alcanzó una caída histórica al obtener sólo un 31 %, según la encuesta de la consultora Adimark.
Tras este escándalo y el del grupo Penta, un caso de corrupción que ha salpicado a empresarios, partidos políticos y personalidades de diferentes ámbitos, la mandataria chilena creó un «Consejo Asesor Presidencial» que busca regular la relación entre la política y los negocios.