Las debilidades en el sistema de suministro de agua potable en la capital son extensas y cada vez más preocupantes.Una de ellas es que las fugas que se reportan en el proceso de distribución generan pérdidas durante el suministro y causa que el vital líquido llegue en menor cantidad a los hogares de los abonados.
Según datos del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) hay un déficit del 50% en la producción de agua.
Sumado a ello, se tiene un registro del 25% de pérdidas en el suministro por fugas. Es decir que si en la actualidad se producen entre todos los subsistemas 2,100 litros por segundo, en realidad solo llegan a los hogares en promedio 1,500 litros por segundo, lo que repercute en un buen servicio.
Un reto que han mantenido las autoridades es la de controlar este problema, pues además de desperdiciar el vital líquido también se afecta la facturación y de los 82 millones de metros cúbicos que produce el SANAA, apenas el 47% se logra facturar.
Y es que si se lograra controlar las pérdidas de agua por fuga, la capital tendría la capacidad de abastecer de mayor cantidad del recurso sin necesidad de incorporar un nuevo embalse.
Ante ello, el vicealcalde Cárlenton Dávila comparó las pérdidas en fuga del sistema como si se perdiera el agua del embalse Los Laureles. Asimismo expresó que de parte de la comuna capitalina se prepara un plan a corto impacto y largo impacto.
Entre las medidas a corto plazo se encuentra la de potenciar el acarreo de agua a través de 36 carros cisternas. Asimismo se trabaja en la construcción de microrrepresas en zonas que han presentado problemas de inundación.