Los jaloneos para medir fuerzas no cesan entre la oposición y el gobierno de Venezuela.
Poco después de que el líder opositor Juan Guaidó se declarara presidente el miércoles en un desafío abierto a Nicolás Maduro, el mandatario que hace unas semanas inició un segundo término en medio del rechazo de miembros de la comunidad internacional, consideró que la acción es un intento de golpe de Estado. Acto seguido, anunció desde el palacio de gobierno que acordó la ruptura de relaciones con Estados Unidos y dio 72 horas al personal diplomático para abandonar el país.
“Hoy el gobierno imperialista de Estados Unidos dirige una operación para imponer un gobierno títere a sus intereses… Pretenden elegir y designar al presidente de Venezuela por vías extra constitucionales”, dijo Maduro desde un balcón del palacio de gobierno acompañado de su esposa, Cilia Flores, y varios colaboradores ante cientos de seguidores que respondían al llamado de defender la “revolución socialista”.
Maduro advirtió a sus adversarios que “no se fíen” de los estadounidenses. “Los gringos no tienen amigos ni conocen lealtad a nadie. Los gringos tienen intereses y las agallas y las ambiciones… por el petróleo venezolano, por el gas venezolano, por el oro venezolano”, aseveró.
De manera paralela a esta lluvia de declaraciones, miles manifestantes salieron a las calles para mostrar tanto su desdén como su apoyo al gobierno y hacia la tarde se anunciaron las primeras víctimas. Según informó una vocera de la estatal CorpoSalud, que depende de la gobernación del estado de Táchira, dos manifestantes fallecieron por disparo de arma de fuego y otros cinco resultaron heridos al final de una movilización en la ciudad suroccidental de San Cristóbal.
Antes de que se diera a conocer la cifra, Guaidó se reunió con simpatizantes para anunciar que se declaraba mandatario del país sudamericano. “Juro asumir formalmente las competencias del Ejecutivo Nacional como el presidente encargado”, dijo, y agregó que lo hacía para lograr el “cese de la usurpación, un gobierno de transición y tener elecciones libres”, y para recuperar la vigencia de la constitución, que la oposición asegura que ha sido vulnerada por Maduro.
Horas después, el jefe del Congreso negó que esté asilado en alguna embajada, como se había supuesto, y escribió en su cuenta de Twitter que ha recibido llamadas y apoyos internacionales.
Tras su declaración sobre la presidencia que dijo asumir, las reacciones no se hicieron esperar.-AP