En un comunicado conjunto, los presidentes de Brasil, Colombia y México han hecho un llamado contundente a las autoridades electorales de Venezuela para que publiquen de manera expedita los datos desglosados por mesa de votación, con el fin de resolver las controversias en torno al proceso electoral venezolano. Luiz Inácio Lula da Silva, Gustavo Petro y Andrés Manuel López Obrador, quienes se reunieron virtualmente para discutir esta postura, han mostrado un frente unido que representa un significativo revés para la presidenta de Honduras, Xiomara Castro.
El comunicado revela un desaire notable hacia Castro, quien también ocupa la presidencia pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). La decisión de estos líderes regionales de no incluir a Castro en sus deliberaciones y su falta de mención en el comunicado pone en evidencia la creciente percepción de su debilidad en la esfera política latinoamericana y el escaso reconocimiento de sus pares.
Castro ha sido una de las pocas líderes internacionales en reconocer el polémico triunfo de Nicolás Maduro en Venezuela, una postura que ahora contrasta marcadamente con la exigencia de transparencia y rendición de cuentas promovida por Lula, Petro y López Obrador. Este desacuerdo pone de manifiesto una brecha entre Castro y otros líderes de izquierda, a pesar de su reciente intento de estrechar lazos mediante la organización de una reunión del Foro de Sao Paulo en Honduras.
El hecho de que los presidentes que firmaron el comunicado también pertenezcan al Foro de Sao Paulo y hayan optado por no asistir a la reunión del foro celebrada en Honduras refuerza la percepción de que la influencia y el liderazgo de Xiomara Castro están en declive. La decisión de estos líderes de no acudir al evento en su país natal resalta aún más la distancia creciente entre su administración y el resto de la izquierda latinoamericana.