Entre un mar de banderas venezolanas, miles de manifestantes opositores tomaron el sábado algunas vías del este de Caracas para aplicar mayor presión al presidente Nicolás Maduro y mostrar su rechazo a la crisis de los servicios públicos, mientras miles de seguidores del gobierno también salieron a marchar en el centro de la capital en apoyo al mandatario.
“No van a poder con nosotros jamás”, afirmó Maduro en su discurso ante miles de funcionarios públicos y partidarios, vestidos con camisetas rojas, que se concentraron en los alrededores del palacio presidencial.
Maduro llamó a los venezolanos a prepararse para hacer frente a eventuales nuevos “ataques” contra los servicios públicos y denunció, sin precisar la fecha, que el sistema eléctrico fue víctima de un tercer ataque que implicó la “introducción de un virus” al sistema computarizado.
“Estamos en una verdadera emergencia eléctrica”, expresó el gobernante al exhortar a los venezolanos a ahorrar energía, y anunció que por un mes se mantendrá un plan de racionamiento eléctrico mientras se estabiliza el servicio.
“Basta ya de agresiones de Donald Trump contra el pueblo de Venezuela”, señaló Maduro al exigir a Washington que “cese su persecución” contra la economía venezolana. “Venezuela va a seguir adelante con sanciones o sin sanciones”.
El gobernante aprovechó para felicitar a la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, que esta semana le retiró la inmunidad al líder opositor y jefe del Congreso, Juan Guaidó, y dijo que sus acciones apuntan hacia la “justicia y paz”.
Maduro hizo un nuevo llamado a México, Uruguay, Bolivia y algunos países del Caribe para que retomen la iniciativa de diálogo en Venezuela.
Más temprano, miles de manifestantes salieron a marchar por calles del este de la capital atendiendo la convocatoria opositora.
“Venezuela no tiene miedo y sigue en las calles hasta lograr su libertad”, aseveró Guaidó ante una multitud de seguidores concentrados en una avenida del este de la capital, al desafiar al gobierno que esta semana elevó el cerco contra el dirigente.
“Ya ese régimen perdió, ya ese ese régimen está derrotado”, añadió Guaidó al llamar a los venezolanos a mantenerse organizados en las calles para presionar hasta sacar a Maduro del gobierno.
El dirigente, que ha sido reconocido como presidente interino de Venezuela por más de medio centenar de países, instó a los venezolanos a no acostumbrarse a vivir entre las fallas del servicios de luz y agua, y convocó para el miércoles a nuevas protestas en Caracas y otras ciudades.
Asimismo, el jefe del Congreso expresó su respaldo a las sanciones que acordó la víspera Estados Unidos contra una serie de activos de la petrolera estatal y empresas vinculadas al envío de
petróleo a Cuba y dijo, dirigiéndose al presidente cubano Miguel Díaz-Canel, que “no van a utilizar más el petróleo para someter a nuestros militares”.
“Tenemos que seguir sacando fuerzas de donde no tenemos para que este gobierno salga”, declaró Luzbeliz Barreto, una ingeniera informática de 40 años, mientras empujaba por una autopista del este de la capital un coche en el que llevaba a su hija de meses para participar en la marcha opositora. Barreto afirmó que el gobierno apuesta a debilitar a los sectores adversos con las recurrentes fallas en los servicios públicos, pero sostuvo que “no nos van a desgastar”.
A unos metros estaba Alida Bautista, una ama de casa de 59 años, que de manera incesante sonada una pequeña campana de metal mientras marchaba por una de las principales autopistas del este de Caracas que fue cerrada por miles de manifestantes en protestaban contra el gobierno.
“Estamos clamando por libertad y no vamos a cesar hasta lograrla”, indicó Bautista al asegurar que se mantendrá en las calles hasta lograr el derrocamiento de Maduro.
En varios estados también se registraron marchas contra el gobierno. En la ciudad occidental de Maracaibo, capital de estado Zulia, manifestantes se enfrentaron a guardias nacionales que debieron utilizar gases lacrimógenos para dispersar la protesta.
La Constituyente aprobó el 2 abril el retiro de la inmunidad parlamentaria a Guaidó por solicitud del Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el gobierno, que pidió procesar al dirigente, de 35 años, por desacatar en febrero una orden judicial que le prohibía salir del país mientras enfrenta una investigación por unos supuestos actos violentos.
El jefe de la Constituyente, Diosdado Cabello, desestimó las sanciones que impuso la víspera el Departamento del Tesoro a 34 embarcaciones operadas o propiedad de la corporación estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) y empresas de transporte que entregaron petróleo a Cuba en febrero y marzo, y dijo a la prensa que Estados Unidos recurre a las sanciones porque “no tiene más argumentos”.
Caracas condenó en un comunicado, que difundió el viernes la Cancillería, las sanciones de Washington al que señaló de colocarse “al margen de los más elementales principios legales” con el fin de “generar sufrimiento en pueblos”.
Tras el apagón nacional del 7 de marzo, que dejó a la mayoría de los estados del país sin luz por cuatro días, los servicios de luz y agua han registrado recurrentes fallas que han desatado protestas en la capital y varias ciudades del interior.
El gobierno ha atribuido las fallas a un plan de sabotaje dirigido por la oposición con el apoyo de Estados Unidos. Analistas y opositores sostienen que la crisis en los servicios en consecuencia de la falta de inversiones y mantenimiento de las instalaciones, y la ausencia de personal especializado debido a que muchos de los empleados de las empresas estatales de luz y agua migraron debido a la crisis económica y social que azoto al país suramericano.-AP