Gobierno reconoce finalmente que la CICIH no se instalará: promesa incumplida y búsqueda de culpables externos

La llegada de la Comisión Internacional contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (CICIH), una de las principales banderas de campaña del actual gobierno, sigue siendo una promesa sin cumplir. Así lo reconoció recientemente el exsecretario de Relaciones Exteriores y actual candidato a designado presidencial por Libre, Enrique Reina, quien admitió que la instalación del mecanismo anticorrupción es, por ahora, una posibilidad lejana.

“Por ahora, la CICIH no viene”, confesó Reina, dejando entrever que la voluntad política, tanto en el Congreso Nacional como dentro del propio aparato gubernamental, ha sido insuficiente para concretar el acuerdo con las Naciones Unidas. Si bien el exfuncionario responsabiliza principalmente al Congreso y a los partidos tradicionales por el estancamiento del proceso, sus declaraciones también revelan una falta de liderazgo claro por parte del Ejecutivo para presionar, negociar o articular una ruta efectiva.

Desde que asumió el poder en enero de 2022, la presidenta Xiomara Castro ha reiterado su compromiso con la lucha contra la corrupción. Sin embargo, más de tres años después, la CICIH sigue siendo una promesa en el discurso, sin resultados concretos. El argumento recurrente del gobierno ha sido señalar al bipartidismo y a la falta de consensos legislativos como el principal obstáculo. Pero esta narrativa ha comenzado a desgastarse, sobre todo cuando el propio oficialismo ha tenido control político en momentos clave y tampoco ha mostrado capacidad de articulación.

“La clase política tradicional tiene miedo de que los investiguen. Menos van a aprobar un mecanismo que implique revisar el pasado”, afirmó Reina, en lo que parece ser una estrategia de desviar la responsabilidad hacia actores externos, sin asumir los costos del incumplimiento.

A nivel ciudadano y entre los sectores que exigieron la CICIH como medida estructural contra la impunidad, el desencanto es evidente. Muchos recuerdan que fue el propio partido de gobierno quien capitalizó el clamor popular por justicia, tras el desmantelamiento de la MACCIH en 2020. Hoy, esa misma esperanza se diluye en medio de excusas, bloqueos y falta de resultados.

La realidad es que ni la agenda legislativa ni la voluntad política han sido suficientes para avanzar. Mientras tanto, la corrupción continúa socavando las instituciones del país, y la instalación de la CICIH se mantiene como una promesa de campaña no cumplida, con la diferencia de que ahora el discurso oficial intenta culpar a otros, cuando la responsabilidad también recae en quienes hoy gobiernan.

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