El gobierno de Xiomara Castro continúa posponiendo la instalación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH), a pesar de haberlo prometido repetidamente al pueblo hondureño. Esta situación, que ya ha generado frustración y desconfianza en la ciudadanía, es justificiada por el Ejecutivo con excusas que apuntan a la falta de apoyo en el Congreso Nacional y a factores externos, cuando la realidad es que el cumplimiento de este compromiso depende directamente de las acciones del propio gobierno.
El canciller Enrique Reina, en su intervención de este lunes, detalló que de los seis puntos solicitados por las Naciones Unidas (ONU) para la implementación de la CICIH, solo dos han sido cumplidos, mientras que los otros cuatro siguen pendientes. Sin embargo, el funcionario intentó desviar la responsabilidad al señalar que estos puntos dependen de la oposición política en el Congreso, sin reconocer que la falta de voluntad política dentro del propio gobierno ha sido un factor clave en el retraso.
«Estamos en el proceso de negociación», dijo Reina, defendiendo las acciones del gobierno. No obstante, su argumentación pasa por alto que el compromiso de instaurar la CICIH fue una promesa explícita de la presidenta Xiomara Castro durante su campaña electoral, y no simplemente una promesa diplomática o política. Desde su llegada al poder, la mandataria ha insistido en la necesidad de una misión internacional para combatir la corrupción en el país, pero hasta el momento solo se han presentado excusas y retrasos, mientras el pueblo hondureño sigue esperando una solución efectiva a la impunidad que prevalece en diversas instituciones del país.
Además, el canciller hizo hincapié en que el gobierno ha cumplido con más de 40 acciones para avanzar en la instalación de la CICIH, lo que parece una justificación vacía ante la falta de resultados concretos. Las promesas de la presidenta Castro y su equipo de gobierno, que incluyeron reuniones con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, no han dado los frutos esperados, y la CICIH sigue siendo solo una promesa pendiente.
Por otro lado, Reina también abordó la filtración de un informe de expertos de la ONU, calificándola de «parcializada» y sugiriendo que la información no había sido divulgada correctamente. Sin embargo, más allá de los detalles de la filtración, lo que está en juego es la falta de un avance real en la instalación de la misión anticorrupción, que ha sido bloqueada por la misma administración que prometió poner fin a la corrupción y la impunidad en Honduras.
Si bien el gobierno ha insistido en que las reformas y las negociaciones son un proceso complejo, la realidad es que estas demoras no pueden seguir siendo excusas. La CICIH fue una de las principales promesas de campaña de Xiomara Castro, y el pueblo hondureño sigue esperando que esta promesa se haga realidad. La falta de avances concretos en la instalación de la CICIH refleja la desconexión del gobierno con las expectativas y necesidades de la población, que sigue exigiendo un cambio real en la lucha contra la corrupción.
En lugar de buscar culpables fuera de su administración, el gobierno debe asumir su responsabilidad y avanzar en la creación de la CICIH, tal y como prometió a los hondureños. La paciencia de la ciudadanía se agota, y las excusas ya no son suficientes.