La visita de una delegación hondureña a China para discutir el establecimiento de relaciones diplomáticas, ha provocado que la embajadora de Taiwán en Honduras, Vivía Chun-fei Chang haya abandonado las tierras catrachas, como una muestra de “su fuerte insatisfacción”.
En las últimas horas, el canciller de Honduras, Enrique Reina salió de Honduras rumbo a China acompañado de Xiomara Hortencia Zelaya Castro, diputada por el partido Libertad y Refundación (Libre), e hija de la pareja presidencial; y su tío, el también diputado oficialista, Carlos Armando Zelaya Rosales, cuñado de la presidenta Castro.
La Cancillería taiwanesa dijo que desde el anuncio de Castro, se “ha continuado dialogando con Honduras sobre el mantenimiento de las relaciones diplomáticas y ha reiterado los riesgos de confiar ciegamente en los compromisos de China con respecto a las relaciones diplomáticas”.
Según las autoridades taiwanesas, al enviar al canciller Reina a China, “el gobierno de Honduras está ignorando la amistad diplomática entre Taiwán y Honduras que ha perdurado durante más de 80 años. Honduras también está ignorando los logros de la cooperación de larga data entre nuestras naciones, así como la buena voluntad de Taiwán en la prestación de asistencia para ayudar a resolver los problemas de Honduras”.
El canciller de Taiwán, Joseph Wu, declaró que Honduras “pidió un alto precio” por mantener los lazos diplomáticos con Taipéi, después que el país centroamericano anunciase su intención de establecerlos con Pekín.
Wu afirmó, durante una reunión de la Comisión de Asuntos Exteriores, que Taiwán “no entrará en el juego de la diplomacia monetaria” de Pekín, a quien acusa de “reprimir constantemente a Taiwán en la comunidad internacional”. “China está suprimiendo el espacio diplomático de Taiwán y existen signos de la intervención china en Honduras”, aseveró Wu.