El Comité por la Libre Expresión en Honduras alerto al mundo sobre un nuevo ataque por parte del gobierno de Juan Orlando Hernández en contra de Cholusat Sur Canal 36 y su director Esdras Amado López, al acusarlo de ser el y su medio de comunicación de ser quien organizo y les dijo a los alumnos que protestaron en la capital que decir ante los medios de comunicación.
Juan Orlando Hernández a través del ministro de Educación, Marlon Escoto, señalo a Cholusat Sur de ser el medio de comunicación incitador a los estudiantes.
“¿Quién organizo a la muchacha y al grupo para que dijera lo que dijo? Canal 36, ahí esta el cubo y no lo pasan todos los días” aseguro el ministro Marlon Escoto
Aquí la alerta emitida por parte de CLIBRE
Alerta 44-15
Honduras, 27 de marzo de 2015
Comité por la Libre Expresión (C-Libre). El ministro de Educación, Marlon Escoto, culpó, este viernes 27 de marzo, a Canal 36 de organizar las protestas estudiantiles y, por ende, las consecuentes actuaciones de la policía.
De acuerdo con el ministro, “quien organizó a la muchacha y al grupo para que dijeran lo que dicen, Canal 36, ahí está el cubo, y no lo pasan todos los días”, del canal.
Escoto, al mencionar al cubo del canal, se refiere a una entrevista que Canal 36 hizo al a niña Soad Nicolle Ham, estudiante centralista, de 13 años, que participó en las protestas y amaneció muerta dos días después.
Soad, en la entrevista, exige al gobierno pupitres y mejores condiciones, en vez de mandar policías para que los agredan.
En ese sentido, Esdras Amado López, propietario de Canal 36, Cholusat Sur, no culpa al ministro de Educación, sino al presiente Juan Orlando Hernández, porque de forma irresponsable primero inició instruyendo a la empresa privada a no darle publicidad, luego lo amenaza y ahora lo acusa de gestar las revueltas estudiantiles.
“El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, acusa al canal 36, el gobierno ordenó al ministro que señalara como responsable de las manifestaciones a este medio, hoy viernes 27 de enero, ante periodistas, Marlon Escoto acusa a Canal 36 de ser responsable de las movilizaciones y de haber expuesto a Soad Nicolle Ham, es un acto terrorista del presidente de la República”, dijo López.
Calificó de terrorista la posición del presidente, que está creando odio para luego que “nos maten” y justificar los hechos.
“Con esa inteligencia del gobierno que me digan quienes mataron a la niña”, dijo el periodista, quien además leyó un comunicado oficial de su medio.
“Una vez más el gobierno de Juan Orlando Hernández arremete contra Canal 36, por su política editorial a favor del pueblo hondureño, el presidente no asume su responsabilidad por la masacre de estudiantes que protestan en las calles por una pésima política de Estado en materia educativa”.
La muerte de la estudiante ha desatado una crisis que por sí sola genera protestas en este gobierno corrupto, expresa en su comunicado.
“La muerte de esta estudiante que pedía una mejor educación para ella ahora tiene una versión oficial, Canal 36 es el responsable, el gobierno nos acusa de los crímenes que ellos cometen, el culpable es Juan Orlando, sus manos siguen manchándose de sangre, nosotros solo informamos”, concluyó el periodista.
Se recrudece la represión
C-Libre condena este hecho porque ocurre en un contexto de recurrentes violaciones a la libertad de expresión ocurridas en el último mes, condenamos también la presión por parte de agentes del Estado en contra de periodistas y medios de comunicación, las cuales procuran naturalizar el miedo a informar, invisibilizar las violaciones a los derechos humanos y fortalecer la autocensura.
Igualmente consideramos como un hecho grave la agresión policial en contra de 10 periodistas en Catacamas, Olancho, que pretende penalizar las opiniones y además inculpar a los editores y propietarios de lo que expresan otras personas.
Los periodistas y personas que documentan potenciales violaciones de derechos humanos cumplen un papel imprescindible para fortalecer el escrutinio y control social de la actuación de los funcionarios y su apego, o no, a las obligaciones constitucionales de respeto y protección. El atropello y la tolerancia ante estos hechos convierten al conjunto de la institucionalidad pública en cómplices de las violaciones a los derechos humanos que ocurren, y de las que aplican a quienes pretenden documentarlas.
Aunado al clima de hostigamiento y violencia contra los periodistas que implicó un aumento de las dificultades para informar sobre los hechos, continúan las declaraciones de altos funcionarios contra los medios, periodistas y su trabajo. Ello contribuye al clima hostil para el ejercicio de la libertad de expresión y alienta la violencia de militares y policías contra los reporteros.
De acuerdo con el análisis del Sistema de Monitoreo, Investigación y Seguimiento de Agresiones contra la Libertad de Expresión de C-Libre se mantienen los mecanismos de censura, contra medios de comunicación críticos al gobierno, así como plataformas de comunicación digitales y defensores de medios de comunicación.
En este sentido, los estándares internacionales de libertad de expresión han sostenido que las figuras públicas están obligadas a someterse a una crítica más intensa que los ciudadanos privados. De igual manera, se promueve la réplica como un mecanismo que favorece la libre circulación de las ideas y que permite que las personas puedan seguir el debate y formarse una opinión propia de los temas.
Por los hechos anteriormente señalados, exhortamos al Estado hondureño a que respete el derecho a la libertad de expresión y, en este sentido, se abstenga de causar agresiones, amenazas, intimidación, hostigamiento, censura, ataques o restricciones indebidas alguna contra periodistas, reporteros, medios de comunicación, defensores de derechos humanos y ciudadanos.
Así también exigimos que se investigue y sancione de forma expedita y adecuada las violaciones a la libertad de expresión ocurridas. Y que se promueva el ejercicio del derecho a la libertad de expresión e información plenamente, asegurando que no se tomen represalias ni sanciones contra las personas y los medios de comunicación en razón de sus expresiones críticas.