El fiscal general de la República, Johel Zelaya, advirtió este viernes que, aunque por el momento no puede especificar casos, el Ministerio Público continuará realizando nuevos requerimientos fiscales, desmintiendo de manera enfática las acusaciones de persecución política que han surgido en algunos sectores. «No es persecución política, como repiten como un poema trillado», declaró Zelaya, asegurando que las investigaciones que se están llevando a cabo son parte de su trabajo por hacer justicia.
Zelaya se refirió específicamente al caso del precandidato presidencial del Partido Nacional, Nasry Asfura, y lo calificó como «un caso más» dentro de los muchos que está manejando el Ministerio Público. «No hay persecución política contra nadie», reiteró el fiscal general, insistiendo en que no cederá a las presiones de ningún tipo, ya que su conciencia está tranquila y su objetivo es garantizar que se haga justicia, sin importar la afiliación política de los involucrados.
El fiscal aprovechó la ocasión para advertir que, si las acusaciones de persecución política continúan, él recurrirá nuevamente a los medios de comunicación y a los canales oficiales para aclarar la situación ante el pueblo. «Voy a volver a recurrir a los canales para informarle al pueblo que no es persecución cuantas veces sea necesario», afirmó, subrayando que no permitirá que su gestión se vea empañada por tales acusaciones infundadas.
Zelaya también expresó su frustración con las críticas constantes, afirmando que los opositores no conocen en profundidad las investigaciones y que, de ser así, cambiarían su percepción. «Aquí hubo corrupción a todo dar, se robaron el país», señaló, haciendo referencia a la magnitud de los actos de corrupción que, según él, han sido destapados durante su gestión.
El fiscal general también abordó el tema de la lentitud de los procesos judiciales, asegurando que las investigaciones no se resuelven de un día para otro, especialmente cuando se trata de casos complejos. En ese sentido, se refirió al caso del ambientalista Juan López, señalando que aún se trabaja en la búsqueda de pruebas científicas para identificar a los autores intelectuales del crimen. No obstante, Zelaya aseguró que el Ministerio Público no está para «hacerle mandados a nadie», destacando que su trabajo se basa en la búsqueda de la verdad y la justicia, sin importar las presiones externas.
En cuanto a su rol como fiscal general, Zelaya fue claro al señalar que, aunque fue nombrado por políticos y tiene amigos en diversos partidos, su compromiso es con la justicia y no con ninguna agrupación política en particular. «Jamás vamos a perseguir políticamente, eso quedó en los tiempos de las cavernas», afirmó, resaltando que su responsabilidad es investigar y llevar ante la justicia a todos aquellos que hayan cometido delitos, sin distinción de su afiliación política.
El fiscal concluyó su intervención reafirmando su compromiso con la legalidad y la transparencia, y reiterando que no permitirá que se distorsione su labor. «Si ustedes supieran lo que hicieron con este país, se llevarían otra impresión», concluyó, haciendo alusión a la corrupción que, según él, ha afectado al país durante años.