El exagente de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Mike Vigil, expresó su preocupación por las recientes decisiones de la administración de la presidenta Xiomara Castro, las cuales, según él, podrían debilitar los esfuerzos de Honduras en la lucha contra el narcotráfico.
Vigil manifestó este viernes en la emisora Radio América que la actual administración hondureña está buscando eliminar diversas medidas que han sido clave para combatir el narcotráfico en el país. «La administración quiere eliminar muchas cosas que han ayudado a Honduras a combatir el narcotráfico», afirmó.
Una de las decisiones que más critica Vigil es la denuncia del tratado de extradición, una medida que considera perjudicial para los intereses del pueblo hondureño. «No tiene sentido anular el tratado de extradición porque no conlleva ningún beneficio para el pueblo ni la comunidad internacional», señaló. Además, subrayó que la anulación de este tratado tiene como objetivo proteger a figuras cercanas a la familia Zelaya, citando el video de Carlos Zelaya en el que se reunió con narcotraficantes y discutió sobre sobornos.
En relación a la política internacional, Vigil también se refirió a la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, destacando que, aunque no está de acuerdo con sus planes de deportaciones masivas, Trump podría imponer impuestos sobre las remesas y enfocarse en países como México, Canadá y China. No obstante, también anticipó que el tema de la extradición podría ser un punto de fricción.
Para Vigil, la extradición no debe considerarse una herramienta política, sino un instrumento fundamental en la lucha contra los grupos transnacionales criminales, permitiendo eliminar a narcotraficantes y a políticos involucrados en actividades ilícitas.
Finalmente, el exagente de la DEA comentó sobre la amenaza de la presidenta Xiomara Castro de revisar el convenio relacionado con la base militar de Estados Unidos en Palmerola. Vigil interpretó esta postura como parte de una táctica de la familia Zelaya y recordó que, cuando formaba parte de la DEA, la base de Palmerola jugaba un papel crucial en la lucha contra el narcotráfico en la región.