“No esperaba volver tan pronto”, dijo el expresidente Evo Morales al reencontrarse el lunes con cientos de sus seguidores en la frontera con Argentina, donde estuvo exiliado desde su renuncia hace un año, un día después que se su partido volviera al poder.
El presidente de Argentina y aliado político Alberto Fernández despidió a Morales en un puente que divide a los dos países. “Fue un honor tenerte entre nosotros este tiempo. Te vamos a extrañar”, le dijo el mandatario argentino. Poco después el político boliviano cruzó la frontera, donde lo esperaba una multitud de seguidores.
Indígenas de varias etnias al son de danzas lo arroparon con un poncho en la población boliviana de Villazón, 670 kilómetros al sur de La Paz. “Evo, Evo”, gritaban mientras el exmandatario subía a una tarima junto a quien fuera su vicepresidente, Álvaro García.
“Intentaron frenar nuestro proceso de cambio, dijeron que hubo fraude… Ahora Evo está de vuelta, es la gran unidad del pueblo boliviano”, dijo García a la multitud.
Morales pudo retornar después de que una orden de arresto en su contra por presunto terrorismo y sedición, interpuesta por el gobierno de la presidenta interina Jeanine Áñez, fue anulada por la justicia.
El líder indígena inició una caravana de tres días que lo llevará a la región cocalera del Chapare, en el centro de Bolivia, de donde emergió a la arena política.
Todavía muchos bolivianos se preguntan el papel que despeñará el expresidente (2006-2014) en el gobierno de su heredero político Luis Arce, quien asumió el poder la víspera.
Arce adelantó que no gobernará “a la sombra de Morales”, de quien fu ministro de Economía por 12 años y quien lo eligió como candidato de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS).
Pero la senadora opositora Centa Rek sostuvo que se ve una “interferencia por parte de Morales”.
“Morales buscará influir porque Arce fue su ministro y fue él quien lo eligió como candidato”, dijo a The Associated Press el analista y profesor de Ciencias Políticas, Carlos Cordero. ”Con una oposición que no tiene mayor peso, Morales puede ser un rival político o un buen colaborador de Arce”, añadió.
Para Rodrigo Riaza, analista de The Economist, el expresidente seguirá siendo una figura importante dentro del MAS, pero “Arce ganó con una mayoría decisiva (55%) y contará con un vicepresidente que tiene estrechos vínculos con las bases de ese partido”, en referencia al vicepresidente David Choquehuanca, de origen aymara.
Morales retornó al país un día antes del aniversario de su renuncia tras casi 14 años de mandato jaqueado por violentas protestas que dejaron más de una treintena de muertos luego de que se anularan por presunto fraude las elecciones en las que, pese a un referendo que le había negado esa posibilidad, buscaba un cuarto mandato consecutivo.
Poco después de su dimisión Mortales se trasladó a México y desde diciembre permanecía refugiado en Argentina, desde donde dirigió la campaña de MAS.
“Me vi obligado a renunciar”, dijo Morales en Buenos Aires antes de partir. También agradeció al presidente de México, Manuel López Obrador, por ayudarlo a salir del país y dijo que dejó la mitad de su corazón en Argentina.-AP