Una delegación de eurodiputados advirtió este martes del “impacto alarmante” que están teniendo los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, en inglés), que permiten a Estados Unidos devolver a México a los demandantes de asilo que llegan a su frontera, para que esperen allí la resolución de sus casos.
“Enviando de vuelta a miles de nacionales centroamericanos a las ciudades fronterizas mexicanas para esperar el resultado de sus solicitudes, el MPP ha generado una carga estructural y ha puesto en riesgo la seguridad de los inmigrantes y refugiados que enfrentan abusos como la extorsión y el secuestro”, señaló la delegación en un comunicado tras visitar El Paso (EE.UU) y Ciudad Juarez (México) y también la capital estadounidense, Washington D.C., entre el 24 y el 28 de febrero.
La delegación estuvo compuesta por ocho eurodiputados de cuatro grupos políticos pertenecientes a la subcomisión de Derechos Humanos de la Eurocámara, que viajaron a la frontera entre Estados Unidos y México para evaluar la situación de los derechos humanos de los inmigrantes y refugiados en la región.
De los ocho diputados que efectuaron el viaje, la ultraderechista italiana Susanna Ceccardi fue la única que optó por no adherirse a la declaración en la que se señala la preocupación del grupo por las medidas adoptadas por la administración de Donald Trump.
“Las medidas recientes, que son complejas, impredecibles y no están cohesionadas, erosionan los derechos humanos de inmigrantes y refugiados y contradicen leyes federales existentes”, advirtieron.
En la frontera, los eurodiputados mantuvieron reuniones con autoridades políticas municipales y estatales, líderes de la comunidad, organizaciones de la sociedad civil y representantes religiosos y de organizaciones internacionales como ACNUR o la Organización Internacional de las Migraciones, y visitaron centros de acogida en El Paso y Ciudad Juárez.
Además, los diputados acudieron a un centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), tras lo cual expresaron su preocupación profunda por el “ambiente carcelario y tratamiento disciplinario impuesto a los solicitantes de asilo, detenidos en las mismas condiciones que criminales”.
Por otro lado, la delegación viajó a Washington y mantuvo encuentros con representantes del Departamento de Estado, el Departamento de Seguridad Nacional y congresistas, a quienes transmitieron su preocupación por el largo proceso de reunificación para las familias, las violaciones de Estados Unidos de la Convención de Ginebra y el acoso a defensores de los derechos humanos de migrantes y refugiados en la frontera, entre otros. EFE