Maikel Moreno, presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) revolucionario, ya forma parte de la lista negra de los más buscados en Estados Unidos. La recompensa ofrecida desde este martes por la Secretaría de Estado por información que lleve a su arresto o condena judicial se eleva hasta los cinco millones de dólares, tercer escalón de los jerarcas chavistas. El juez ya estaba sancionado por Washington desde 2017.
En el primero se sitúa en soledad Nicolás Maduro, cuya «cabeza» está valorada en 15 millones de dólares. En el segundo escalón aparecen Diosdado Cabello, número dos de la revolución, y el vicepresidente Tareck El Aissami, zar del petróleo de origen sirio a quien EEUU vincula con Hezbollah, ambos contagiados hoy de coronavirus y ambos con recompensas de 10 millones de dólares.
«Moreno recibió sobornos a cambio de acciones judiciales, como ordenar a jueces de tribunales inferiores que liberen acusados específicos o desestimen casos particulares, algo que ocurrió en más de 20 procedimientos judiciales», aseguró Mike Pompeo en su comunicado.
El polémico juez ha liderado las 120 sentencias en contra del Parlamento democrático y de la oposición desde su acceso a la presidencia del TSJ en 2017 e incluso desde antes, cuando ya formaba parte de la Corte con hilo directo con Maduro. En sus últimas sentencias ha puesto en marcha el asalto final contra los principales partidos de la oposición, Primero Justicia, Acción Democrática y Voluntad Popular.
«Moreno, un secuaz de Maduro, usó su posición de autoridad para beneficio personal, aceptando sobornos para influir en resultados de los casos penales. Al designarlo públicamente, enviamos un mensaje claro: Estados Unidos está firmemente contra la corrupción», añadió Pompeo. Ya este año fiscales de Florida acusaron al juez del TSJ por blanqueo de capitales y crímenes relacionados con supuestos sobornos.
Distintos colaboradores de Donald Trump filtraron tras la fallida rebelión militar del 30 de abril del año pasado que el elefante blanco que falló a última hora fue el propio Moreno, algo desmentido por él mismo y por Maduro.