El presidente del gobierno español Pedro Sánchez fracasó el domingo en la primera de dos oportunidades que tiene para lograr que el Congreso de los Diputados apruebe una coalición de gobierno de izquierdas.
El líder socialista tendrá una segunda oportunidad el martes, cuando se pronostican menos probabilidades de que tenga éxito y cuando espera obtener el respaldo necesario para constituir un gobierno de coalición entre su Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos. Sería el primer gobierno de coalición en España desde el regreso de la democracia tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975.
Tal como se tenía previsto, Sánchez no obtuvo los votos necesarios el domingo, con apenas 166 de los 176 que necesitaba para alcanzar la mayoría absoluta en el Congreso de 350 escaños.
Sánchez recibió el respaldo de los 120 legisladores de su partido y de los 35 de Unidas Podemos. El resto provino de partidos de izquierda y regionales más pequeños. Los legisladores de los tres principales partidos de derecha y de otros más pequeños totalizaron 165 votos en contra. Dieciocho legisladores se abstuvieron y uno no emitió su voto.
“Hagamos de esta legislatura una reivindicación de la mejor política, de la mejor de las esperanzas”, dijo Sánchez ante el pleno de la cámara baja previo a la votación.
En la votación del martes, Sánchez sólo requiere una simple mayoría de votos a favor. Pero sus esperanzas para salir victorioso todavía dependen de las abstenciones de varios partidos pequeños, incluidos los separatistas de Cataluña y del País Vasco.
El respaldo del partido separatista catalán ERC ha tenido un costo muy alto para Sánchez, que ha aceptado entablar unas negociaciones entre el gobierno español y el gobierno regional de Cataluña _dirigido por fervientes separatistas_ en torno al futuro de la región en el noreste del país.
Los partidos de derecha de España señalaron que pone en riesgo la integridad de la nación, pese a su promesa de que no permitirá un referendo catalán sobre la independencia de la región que violaría la Constitución española.
Anticipándose a los fuertes ataques de la oposición que iba a recibir durante el debate del Congreso el sábado, Sánchez abrió su discurso con: “Nadie va a romper a España y nadie va a quebrar la Constitución. Lo que vamos a romper es el bloqueo al Gobierno progresista votado democráticamente por los españoles”.
Sánchez ha dirigido un gobierno provisional en España durante casi un año. Se convirtió en presidente del gobierno en 2018 luego de encabezar una moción de censura para destituir al gobierno conservador de Mariano Rajoy, que se vio plagado de escándalos de corrupción. Sánchez mantuvo un gobierno de minoría a flote hasta que no consiguió la aprobación de un presupuesto nacional a principios del año pasado y convocó a unas elecciones anticipadas.
El PSOE fue el que más apoyó recibió en los comicios de abril, pero Sánchez no pudo concretar en julio un acuerdo de coalición con Unidas Podemos. Se vio obligado a realizar unas segundas elecciones en noviembre, pero ello cambió poco la distribución en el Congreso, salvo por el crecimiento que registró el ultraderechista Vox.
La votación se llevó a cabo luego de un debate maratónico que comenzó el sábado y concluyó hasta la mañana del domingo.-AP