El director de la Red de Instituciones por la Niñez, Adolescencia, Juventud y sus Derechos (Coiproden), Wilmer Vásquez, ha instado a una revisión urgente de las políticas de seguridad ciudadana por parte del gobierno, en respuesta a las alarmantes cifras de muertes violentas entre jóvenes hondureños. Según datos recientes compartidos por Vásquez, en los primeros seis meses de 2024 se han registrado 335 muertes violentas de personas jóvenes, con una ligera reducción respecto al año anterior, pero aún preocupante.
Los departamentos de Cortés, Francisco Morazán y Olancho continúan siendo los más afectados por la violencia, según indicó Vásquez. Específicamente, mencionó que mensualmente se reportan entre 50 y 60 casos de homicidios en esta franja de edad, una situación que, en sus palabras, debería ser motivo de emergencia nacional en cualquier otro contexto.
«Honduras es un país joven, donde más del 70 % de la población tiene menos de 30 años. Es alarmante ver cómo nuestra juventud está siendo víctima de la violencia y perdiendo la vida de manera prematura», expresó Vásquez, subrayando la necesidad de una acción coordinada entre todos los sectores de la sociedad para abordar esta crisis.
El director de Coiproden enfatizó que las estadísticas actuales son inaceptables y deben servir como un llamado a la reflexión nacional. Además, instó al Consejo Nacional de Defensa y Seguridad a definir una estrategia efectiva para reducir las muertes violentas entre adolescentes y jóvenes.
Vásquez también señaló que las cifras presentadas no incluyen a aquellos jóvenes que pierden la vida en accidentes de tránsito y otros contextos igualmente riesgosos, ampliando así el espectro de preocupación.
La petición de Vásquez resalta la urgencia de un cambio significativo en las políticas de seguridad para proteger a la juventud hondureña y garantizar un futuro más seguro para todos los ciudadanos del país.