Según una investigación que realiza Cholusat Sur, máquinas para realizar hemodiálisis valoradas en millones de lempiras no fueron utilizadas a pesar que ya se contaba con las mismas.
El equipo fue adquirido con fondos provenientes de Taiwán, gran parte de los que se desviaron para propósitos particulares.
En relación a las máquinas para hemodiálisis, quienes eran las máximas autoridades del Hospital Escuela Universitario, Julieta castellanos y Elsa Palou, argumentaron que no había espacio para ubicar las máquinas en el principal centro asistencial del país.
De manera insólita, también se adujo que tampoco había espacio en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras para ubicar los vitales aparatos.
La demora en el uso del equipo, que alcanzo más de tres años, provocó que se perdiera la garantía del equipo y por lo menos media docena de niños murieron al no ser dializados.
Otra “dama” manejo los fondos a su antojo
De acuerdo a la investigación, fondos provenientes de donaciones extranjeras fueron manejados a discreción de otra “dama”, la que dispuso pagar con esos dineros, energía eléctrica, viáticos, pasajes aéreos nacionales e internacionales, combustible, seguridad para altos funcionarios del estado y equipo de tv entre otros.
Al destapar este nuevo escándalo, nos encontramos que, gastos registrados como viáticos eran para combustible.
Gastos de viáticos eran para reparación de edificios y locales.
Más de 10 millones que eran destinados para un rubro y se transfirieron para pagar a los miembros de la guardia de honor presidencial.
También se identificó que varios gastos no se registraron de acuerdo al catálogo de cuentas presupuestarias.