La embajadora de Estados Unidos en Honduras, Laura Dogu, expresó este miércoles su profunda preocupación y sorpresa tras conocerse que el ministro de Defensa hondureño, José Manuel Zelaya, y el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Honduras, general Roosevelt Hernández, se reunieron con el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López. Este encuentro, divulgado recientemente por medios venezolanos, ha sido criticado por la diplomacia estadounidense debido a las implicaciones con el narcotráfico.
En una declaración pública, Dogu calificó la reunión como “bastante sorprendente”, especialmente dado el contexto en el que Estados Unidos está colaborando con la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, en la lucha contra la narcodictadura. “Estamos muy preocupados por lo ocurrido en el gobierno de Venezuela. Fue bastante sorprendente para mí ver al ministro de Defensa y al Jefe del Estado Mayor Conjunto sentado al lado de un narcotraficante en Venezuela”, afirmó Dogu.
La embajadora destacó que el encuentro es particularmente desconcertante dado el continuo esfuerzo del gobierno hondureño bajo la presidencia de Castro para enfrentar a los narcotraficantes. “Yo sé que la presidenta está en una lucha constante contra los narcotraficantes”, subrayó, al tiempo que expresó su sorpresa y decepción por la presencia de altos funcionarios hondureños junto a miembros de un cártel venezolano.
Dogu también recordó que el gobierno de Estados Unidos había denunciado hace varios años el involucramiento del gobierno venezolano en actividades de narcotráfico, lo que llevó a la imposición de sanciones contra figuras clave como el jefe del Estado Mayor Conjunto de Venezuela, Vladimir Padrino López. “El jefe del Estado Mayor Conjunto de Venezuela, el Ministro de Defensa de Venezuela, fue sancionado”, agregó.
El encuentro entre los altos funcionarios hondureños y el ministro venezolano de Defensa plantea serias preguntas sobre las relaciones y las prioridades en la lucha contra el narcotráfico, y añade una nueva capa de complejidad a las relaciones diplomáticas entre Honduras y Estados Unidos. La respuesta de la administración hondureña y las implicaciones de este incidente seguirán siendo objeto de atención y análisis en el futuro cercano.