¿Crecer en medio de adultos con tapabocas es nocivo para el desarrollo de los niños?
A dos años del inicio de la pandemia afloran las preocupaciones sobre el efecto de las mascarillas en el aprendizaje del lenguaje, las emociones y la sociabilidad de los más jóvenes.
Diversos estudios científicos han demostrado que las mascarillas tienen un impacto sobre la capacidad de los niños para reconocer los rostros y las emociones, y que también pueden complicar la comunicación verbal. Pero los expertos siguen divididos en cuanto a los efectos de largo plazo en el desarrollo de los niños.
Lenguaje uno de los temores concierne el aprendizaje del lenguaje, que se da durante los primeros años de vida.
Lo niños aprenden a hablar por medio de interacciones sociales, y miran – entre otras cosas- la boca de los adultos para descifrar los diferentes fonemas.
Por lo que bloquear esta vía podría conllevar un efecto nefasto.
«Si. Usted mira los rostros cuando aprende a hablar», explicó a la AFP Diane Paul, de la Asociación Estadounidense de Terapeutas del Habla (ASHA). «Pero no es la única manera» (en que lo hace).
Los niños también se apoyan en la voz, los movimientos o los ojos, revela Paul, quien señala que los infantes que sufren de deficiencia visual aprenden a hablar igual de bien que los otros. Y que las mascarillas no se usan todo el tiempo, por ejemplo en casa.
«Hasta el momento, no hay estudios que determinen el impacto a largo plazo en el desarrollo del habla y el lenguaje de las interacciones entre niños pequeños y adultos que llevan máscaras», indica la especialista. «Pero hay estudios que muestran que los niños se pueden sintonizar sobre (los) otros canales de comunicación y gestos cuando la boca del adulto no es visible», acotó.
Un estudio de 2021 evidenció que los niños pequeños eran capaces de reconocer palabras únicas a través de una máscarilla. Pero, según otra investigación llevada a cabo en Francia, los barbijos pueden interferir con el aprendizaje de la lectura en los menore con dificultades.
De manera general, las investigaciones son escasas sobre el tema. Aunque «no veo realmente ninguna razón para alarmarse», estimó Paul.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, principal ente sanitario, declaran que «la limitada información disponible no muestra evidencia clara de que las mascarillas afecten el desarrollo emocional y del lenguaje de los niños». Recomiendan usar tapabocas desde los dos años, contra los cinco recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
lazos sociales
Sin embargo, los psiquiatras opinan diferente.
«El aspecto emocional es aún más importante», consideró Manfred Spitzer, especialista en neurociencias cognitivas en la Universidad de Ulm, en Alemania, al anotar que lo primero que se pierde con una máscara en la sonrisa.
«En cuestiones educativas, hay muchos intercambios implícitos entre profesores y niños», declaró a la AFP. «Si usted altera esta comunicación, seguramente va a interferir con una enseñanza exitosa», opinó.
También se teme que afecte la capacidad a crear lazos sociales. Numerosos estudios han mostrado que las máscaras hacen más complicada la identificación de los rostros y emociones, incluso – y quizá aún más – en los más pequeños.
Pero las conclusiones sobre las consecuencias del hecho difieren.
Un estudio en niños de 7 a 13 años, publicado en la revista PLOS One, confirmó que las emociones (miedo, tristeza, enojo) son menos claramente identificables cuando una persona lleva una máscara, con resultados similares a los que se obtienen cuando se usan lentes de sol. Pero consideró «poco probable que las interacciones sociales de los niños sean radicalmente modificadas en su vida cotidiana».
Mientras que otros trabajos, publicados en Frontiers in Psychology, mostraron que la capacidad de identificar emociones disminuía considerablemente entre 3 y 5 años. Con lo que, según los autores, los resultados sugieren que la máscara «podría potencialmente» afectar el «desarrollo social y racionamiento emocional».
¿Entonces, hay motivos para preocuparse?
«Creo que debería preocuparnos como sociedad. No creo que los padres deban estar preocupándose todo el tiempo por ello», consideró Carol Vidal, psiquiatra en la universidad Johns Hopkins.
Esta científica ejerce en establecimientos escolares en Estados Unidos y hace parte de un grupo que pide el levantamiento de la obligación de llevar mascarilla en la escuela, donde es de todas maneras complicado vigilar su aplicación.
«Ya no son necesarias en este punto de la pandemia», sentenció a la AFP, por considerar bajo el riesgo que corren los niños frente al covid-19, y las vacunas disponibles desde los cinco años.
Es una cuestión de equilibrio entre los beneficios y riesgos incurridos, resaltó. Los que plantean los tapabocas quizá no «son dramáticos en el sentido de que puede que no tengan efecto inmediatos, pero creo que deberíamos ser prudentes» al respecto. AFP