Durante la Guerra Fría, con 250.000 soldados, fueron el garante de la seguridad de la República Federal de Alemania. Pero los tiempos cambian: ayer, el Pentágono anunciaba que retirará 11.900 militares de Alemania, de los cuales 5.600 se reubicarán en otros países de la OTAN -principalmente Bélgica e Italia- y otros 6.400 regresarán al país. A pesar que Alemania sigue siendo el segundo país con mayor presencia militar estadounidense después de Japón, Donald Trump anunció a mediados de junio su intención de replegar tropas en represalia por el insuficiente gasto en defensa de Berlín y por, a su juicio, aprovecharse de EE.UU. en cuestiones comerciales.
Según comunicó ayer el secretario de Defensa de EE.UU., Mark Esper, el alto mando para Europa de Stuttgart (US Eucom) se trasladará a Mons, en Bélgica. Algo que ha criticado el alcalde de Stuttgart, Fritz Kuhn, de los Verdes: «Con su decisión, la administración de Estados Unidos bajo el presidente Trump renuncia a la estrecha cooperación que ha ido crecido durante décadas con una acción punible contra un aliado y sin consenso del Congreso de EE.UU.».
«El actual plan del Comando de Europa reubicará aproximadamente 11.900 efectivos militares de Alemania de manera que se fortalecerá la OTAN y asegurará la disuasión de Rusia», indicó Esper en una comparecencia ante los periodistas en el Pentágono. Esper agregó que también se moverán varios de los centros de operaciones fuera de Alemania y compartirán ubicación con socios de la OTAN como Bélgica e Italia, lo que mejorará «la eficiencia operacional y disponibilidad». Sobre los tiempos, ofreció un horizonte amplio al apuntar que «algunos de estos movimientos podrían producirse en semanas», mientras que «otros tomarían más tiempo».
En declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, Trump insistió ayer en la idea de que Alemania es «morosa» porque destina menos de un 2% de su producto interior bruto (PIB) a defensa, la meta que se han fijado los países de la Alianza: «Alemania es morosa. No ha pagado sus tasas de la OTAN. No tienen intención de pagar y se han aprovechado de EE.UU. durante muchos años en comercio, en defensa y en todo lo demás. Yo estoy aquí y los he puesto derechos. Pero Alemania debe miles de millones de dólares a la OTAN, ¿por qué deberíamos dejar nuestras tropas ahí?».
La medida podría tener un impacto económico y estratégico significativo en Alemania, donde decenas de miles de soldados estadounidenses han estado estacionados desde el final de la Segunda Guerra Mundial. A principios de este mes, los líderes de cuatro estados alemanes instaron al Congreso de Estados Unidos a bloquear la reducción de tropas, advirtiendo que podría debilitar la disuasión de la alianza atlántica contra Moscú. Esper dijo que la medida fue debatida por mucho tiempo y no es el resultado del descontento de Trump, con la relación entre Washington y Berlín.
Esos 250.000 soldados de la Guerra Fría se redujeron radicalmente luego de la caída del Muro de Berlín: en el año 2000, solo había 70.000 soldados estadounidenses en territorio germano, y, diez años después, 48.000. Actualmente, EE.UU. tiene desplegados unos 52.000 efectivos en las bases alemanas, de los cuales unos 34.500 son soldados en activo y el resto son empleados civiles del Departamento de Defensa.