El Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH) ha registrado 18 muertes violentas de mujeres en lo que va de 2025, un número alarmante que subraya la creciente inseguridad que enfrentan las hondureñas en un contexto de inacción estatal frente a la violencia de género. Según Migdonia Ayestas, directora del observatorio, las víctimas de feminicidio abarcan a mujeres desde los 5 años hasta las septuagenarias, un reflejo sombrío de la violencia indiscriminada que afecta a todos los sectores de la sociedad.
Ayestas señaló que las mujeres están siendo secuestradas, violadas, torturadas y asesinadas de manera sistemática. «Las víctimas están siendo asesinadas en cualquier espacio, en la vía pública, en sus casas, en la iglesia. No existe un lugar seguro para ellas», expresó la funcionaria. La reciente muerte de una maestra, secuestrada y asesinada en su comunidad mientras realizaba labores altruistas, ejemplifica la vulnerabilidad de las mujeres, incluso en entornos tradicionalmente considerados seguros.
El observatorio también alertó sobre el incremento en el uso de armas de fuego como herramientas para la violencia de género, lo que ha contribuido a una mayor letalidad en los crímenes cometidos contra las mujeres. «El aumento de armas en manos de agresores ha facilitado la violencia mortal, convirtiéndolas en armas de destrucción masiva contra nuestras mujeres», apuntó Ayestas.
Aunque el gobierno de la presidenta Xiomara Castro ha hecho esfuerzos por abordar la violencia de género, las cifras reflejan el fracaso de las políticas públicas en garantizar la seguridad de las mujeres. La falta de una respuesta efectiva ante la creciente ola de feminicidios y violencia sexual demuestra la ineficacia del gobierno en cumplir sus compromisos de protección y justicia para las hondureñas.
El aumento de los feminicidios, combinado con la impunidad y la persistente violencia machista, pone en evidencia que las medidas adoptadas hasta ahora no han sido suficientes para frenar esta problemática. Las mujeres en Honduras siguen enfrentando un escenario de vulnerabilidad extrema, donde la violencia las acecha en cualquier momento y lugar, y el Estado no logra ofrecerles las garantías de seguridad que necesitan.
Con este panorama, el Observatorio de la Violencia hace un llamado urgente a las autoridades para que tomen acciones inmediatas y efectivas en la protección de las mujeres, un sector crucial para el desarrollo del país que sigue siendo víctima de la indiferencia y el abandono por parte de las instituciones del Estado.