Una educación pertinente y oportuna, con un enfoque en género y derechos humanos recibe la niñez infractora de la ley de Honduras, a través de los centros que están a cargo del Instituto Nacional para Menores Infractores-INAMI.
Y es que mediante el Programa de Educación Formal y No Formal son asistidos los 347 adolescentes internos en los Centros Pedagógicos de Internamiento Renaciendo, Renaciendo Extensión y Sagrado Corazón de María, en el Distrito Central.
Así mismo, los que permanecen en Jalteva, en el municipio de Cedros, y El Carmen, en San Pedro Sula.
También son beneficiados 1.500 jóvenes que dan cumplimento a la Ley en libertad asistida con el Programa de Atención a Medidas Sustitutivas a la Privación de Libertad.
Estadísticas
Según estadísticas del INAMI, del total de niños y niñas que ingresan al sistema especial de justicia, el 32% reprobó el primer, segundo y tercer grado, el 24% perdió cuarto, quinto y sexto grado y un 44% aplazó el séptimo, octavo, noveno, decimo y onceavo grado.
Del total, el 70% afirma que dejó la escuela por problemas económicos en la familia.
Inversión
Un estudio cualitativo practicado por la Organización Internacional de Derecho para el Desarrollo (IDLO) al interior de los Centros Pedagógicos, reveló que los adolescentes llegan a los centros con bajo rendimiento académico, regazo escolar y la mayoría desertó de las aulas de clases a temprana edad.
Para atender estas carencias educativas, en los últimos tres años, el Gobierno a través del INAMI, ha invertido fondos estatales en infraestructura escolar, y talleres vocacionales en los centros de internamiento que operan en el país.
Los talleres vocacionales están orientados a las áreas de panadería, corte y confección, carpintería, forja de metales, barbería, agricultura, belleza, artes plásticas, deportes y computación.
Además de áreas recreativas que acompañan al modelo reeducativo orientado a la rehabilitación integral y reinserción a la vida social de la niñez en conflicto con la Ley.
Alianzas
Por medio de la cooperación técnica con la Secretaría de Educación y la tercerización de servicios educativos con el Instituto de Educación por Radio IHER, el Programa de Alfabetización y Educación para Jóvenes y Adultos, y el Instituto Hondureño de Formación Professional-INFOP, los niños y niñas amparados por el Sistema Especial de Justicia para la Niñez Infractora de Honduras, reciben una educación diferenciada y acorde al déficit educativo y moral que presentan.
Además reciben servicios de salud integral, educación en valores y espiritualidad, psicología, trabajo social, nutrición y protección mediante la cooperación internacional y sociedad civil.
Tecnología
Uno de los socios pilares que invierte en educación para la niñez con responsabilidad penal es el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia-UNICEF, con asistencia técnica y financiera.
Es gracias a esta alianza que comenzó a operar el primer laboratorio de computación en el Centro Pedagógico de Internamiento Renaciendo, ubicado en Tamara, Francisco Morazán.
El centro de aprendizaje posee mobiliario y equipo para la enseñanza de programas básicos de computación.
“Contamos con una matricula de 20 alumnos de octavo, noveno, decimo y onceavo grado, quienes reciben 16 horas semanales de clases, a cargo de un ingeniero en sistemas contratado por el INAMI para la enseñanza de la computación; una competencia indispensable en el mundo académico y laboral hoy en día”, explicó Dorys Pagoaga, Coordinadora del Programa de Educación Formal y No Formal.
En la zona norte desde hace un año se enseña computación a los jóvenes internos en El Carmen, mientras que en el centro de niñas Sagrado Corazón de María y Jalteva, se replicará en los próximos meses.