El gobierno estadounidense inició gestiones el lunes para no aceptar más solicitudes de asilo de migrantes centroamericanos que llegan a la frontera, en una escalada importante de la batalla del presidente Donald Trump para frenar la cantidad de personas que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México.
Según la nueva norma publicada en el Registro Federal, los solicitantes que pasan primero por otro país no podrán pedir asilo en la frontera sur estadounidense. La regla aplica para cualquiera que llegue por la frontera con México. Algunas ocasiones llegan solicitantes de asilo de África, Cuba o Haití, pero recientemente la gran mayoría provienen de Centroamérica.
Por su parte, el canciller mexicano Marcelo Ebrard declaró que “México no coincide con medidas que limitan el acceso al asilo y refugio” y mencionó que “no va a ocurrir” lo del acuerdo del tercer país seguro con Estados Unidos.
El funcionario mexicano dijo que el gobierno mantendrá sus actuales prácticas de asilo. El sistema de asilo en México está actualmente abrumado debido a un aumento en las solicitudes.
La norma, que deberá entrar en vigencia el martes, se aplica incluso a niños que hayan cruzado la frontera solos.
Hay algunas excepciones: si alguien ha sido objeto de trata, si el país que atravesó el migrante no firmó uno de los tratados internacionales importantes que rigen la gestión de los refugiados (aunque la mayoría de los países occidentales los han firmado) o si un solicitante buscó protección en un país, pero se le negó, entonces dicha persona todavía podría solicitar asilo en Estados Unidos.
Pero la decisión del gobierno del presidente Trump está destinada principalmente a poner fin a las protecciones de asilo, como sucede ya en la frontera sur. La decisión revertirá la forma como desde hace décadas Estados Unidos trata a los refugiados y representa una escalada incluso si se compara con otros esfuerzos para reducir el arribo de personas que vienen de países pobres o en guerra.
El secretario de justicia William Barr dijo en un comunicado que la nueva medida es “un ejercicio legal de la autoridad” para reducir las solicitudes de asilo, agregando que Estados Unidos es un “país generoso” pero está “completamente abrumado” por la ola de migrantes que llegan a la frontera sur.
“Esta regla disminuirá el oportunismo de los migrantes económicos y de aquellos que buscan explotar nuestro sistema de asilo para conseguir el ingreso a Estados Unidos”, dijo Barr en el comunicado. El secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, declaró que la regla “ayudará a reducir un factor importante” en la migración irregular.
Por su parte, Lee Gelernt, abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) opinó que la medida es “evidentemente ilegal” y de entrar en vigor eliminaría efectivamente el asilo para aquellos en la frontera sur.
Es casi seguro que la política será apelada en tribunales. La ley estadounidense permite a los refugiados solicitar asilo cuando llegan al país, independientemente de cómo lo hayan hecho, pero existe una excepción para aquellos que han arribado a través de una nación considerada “segura”. Pero la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que rige la ley de asilo, es vaga sobre qué país es considerado “seguro”; solo dice que “en virtud de un acuerdo bilateral o multilateral”.
Hasta hoy, Estados Unidos tiene un acuerdo de un “tercer país seguro” solo con Canadá. México y los países centroamericanos estaban considerando un pacto regional sobre el tema, pero no se ha decidido nada. Se esperaba la llegada de funcionarios guatemaltecos a Washington el lunes, pero se canceló una reunión entre Trump y el presidente guatemalteco Jimmy Morales en medio de un juicio en Guatemala sobre si el país podría aceptar ser un “tercer país seguro” para los refugiados.
La nueva regla aplicará desde el inicio del trámite de asilo, cuando se realiza la entrevista de “temor creíble”, en la que los migrantes deben demostrar que tienen razones de peso para no regresar a su país de origen. Esto aplica para los que llegan a Estados Unidos, no a los que ya están en el país. El secretario Kevin McAleenan dijo que los fondos adicionales otorgados por el Congreso para ayuda en la frontera de Estados Unidos y México no son suficientes.-AP