Donald Trump anunció el sábado que Estados Unidos se retirará de un tratado sobre armas nucleares firmado con Rusia durante la Guerra Fría y acusó a Moscú de violarlo «desde hace muchos años».
Esta retirada se debe al «sueño» de los estadounidenses de dominar el mundo en solitario, reaccionó de inmediato una fuente de la cancillería rusa, según la cual Washington ha «deliberadamente» minado este pacto año tras año.
El tratado INF (Intermediate Nuclear Forces Treaty) sobre las armas nucleares de alcance intermedio fue firmado en 1987 por los presidentes estadounidense y soviético de la época, Ronald Reagan y Mijail Gorbachov.
«Rusia no respetó el tratado. Vamos a ponerle fin y desarrollar esas armas», anunció Trump durante una visita a Elko, en Nevada (sudoeste).
«No vamos a dejarlos violar el tratado y fabricar estas armas cuando a nosotros no se nos lo permite», remarcó el mandatario republicano.
El gobierno de Trump se queja del despliegue por Moscú del sistema de misiles 9M729, cuyo alcance, según Estados Unidos, supera los 500 km, violando así el texto del INF.
Este tratado, que suprime el uso de toda una serie de misiles de entre 500 y 5.000 km de alcance, había puesto término a la crisis desatada en los años 1980 por el despliegue de los SS-20 soviéticos, que apuntaban a las capitales occidentales.
– «El segundo gran golpe» –
Washington «se estaba acercando a esta etapa desde hace varios años, destruyendo deliberadamente y paso a paso las bases del acuerdo», afirmó la fuente de la diplomacia rusa, citada por las tres principales agencias de prensa del país.
«Esta decisión se inscribe en el marco de la política estadounidense de retiro de los acuerdos internacionales legales», agregó.
Se trata del «segundo gran golpe propinado al sistema de estabilidad mundial», tras la retirada en 2001 del tratado ABM sobre los misiles antibalísticos, afirmó el senador ruso Alexei Pushkov.
«Y otra vez es Estados Unidos el que toma la iniciativa de disolver el acuerdo», agregó en Twitter.
Trump hizo este anuncio en momentos en que su asesor en seguridad nacional, John Bolton, se aprestaba el sábado a viajar a Moscú para «proseguir» el controvertido diálogo iniciado en julio entre Trump y su par ruso Vladimir Putin.
Conocido por sus posiciones duras, Bolton tenía previsto reunirse a partir del lunes con el canciller ruso Serguéi Lavrov y el secretario del Consejo de Seguridad Nikolai Patruchev.
Según el diario británico The Guardian, es el propio Bolton quien presiona a Trump para que Estados Unidos abandone el tratado INF y también quien bloquea la extensión del acuerdo New Start sobre los misiles estratégicos, que expira en 2021 y que Msocú aspira a prorrogar.
La retirada del INF también podría tener en la mira a China. Pekín, que no es signataria del acuerdo, puede desarrollar sin obstáculo alguno armas nucleares de alcance intermedio.
– Acusaciones «fabricadas» –
Las relaciones entre Moscú y Washington viven momentos de alta tensión, sobre todo por las acusaciones de que Rusia intenta influenciar elecciones en Estados Unidos.
El viernes, una mujer rusa fue inculpada por la justicia estadounidense de injerencia en los comicios parlamentarios del próximo 6 de noviembre.
Moscú afirmó que Washington había «fabricado» estas acusaciones para imponer nuevas sanciones a Rusia.
Cuando accedió al poder, Trump prometió mejorar las relaciones con Rusia. De hecho, existen sospechas de colusión entre su equipo de campaña para las elecciones de 2016 y Moscú. Un fiscal especial, Robert Mueller, investiga el caso desde hace más de dos años.
En julio pasado, Trump se mostró extremadamente conciliador con Putin durante una conferencia de prensa común en Helsinki tras su primera cumbre bilateral llevada a cabo en Finlandia.
El 11 de noviembre próximo ambos líderes volverán a verse en París para las ceremonias de conmemoración del fin de la Primera Guerra Mundial.-AFP