José Inocente Valle Valle, junto a su esposa Griselda Amaya, fueron capturados en octubre de 2014 en Florida, Copán, occidente del país; desde entonces comenzó su tiempo en centros de reclusión.
El matrimonio fue extraditado en enero de 2015 a Estados Unidos, país que los requirió por su vinculación al tráfico de ilegal de droga.
Se convirtieron en los hondureños cinco y seis en ser expatriados, desde que el país aprobó la extradición en 2014.
Un año después, en enero de 2016, la pareja se declaró culpable en la Corte Federal de Alexandria, Virginia, de las acusaciones en su contra, esto como parte de una colaboración con las autoridades de Estados Unidos.
En ese entonces, el representante legal de los Valle Valle, Omar Dubón, informó que José Inocente fue sentenciado a 10 años de prisión (tomando en cuenta el tiempo recluido en Honduras). No tiene algún expediente abierto en el país.
Mientras su esposa, Griselda Amaya, recibió 6 años de cárcel. Recobró su libertad en agosto de 2021 tras cumplir su pena en abril de 2020, según el Buró Federal de Prisiones de Estados Unidos.
Asimismo, el abogado en su momento especificó que la colaboración no se basó en delatar nombres, pero sí rutas de narcotráfico.