Dos de cada cinco hondureños justifican un golpe de Estado cuando hay mucha corrupción

Dos de cada cinco hondureños justifican un golpe de Estado cuando hay mucha corrupción

  • 8 de cada 10 creen que los políticos (hombres y mujeres) son igualmente corruptos
  • Informe evidencia retos significativos de cara al próximo período electoral de 2025
  • Honduras ocupa un puesto de los más bajos del continente en integridad electoral

La corrupción puede socavar la legitimidad de cualquier sistema político y, en el caso de una democracia, inducir a formas irregulares de toma del poder. Según el Barómetro de las Américas del 2023, dos de cada cinco hondureños justifican un golpe de Estado cuando hay mucha corrupción.

Lo anterior es parte de los resultados del informe Barómetro de las Américas: El Pulso de la Democracia en Honduras 2023.

El informe fue presentado este miércoles por la Federación de Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo de Honduras (FOPRIDEH), en colaboración con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID), LAPOP Lab y la Universidad de Vanderbilt.

La encuesta se realiza cada dos años y recoge la opinión de ciudadanos de la región desde 2004.

El reporte presentado por la iniciativa de investigación multinacional, LAPOP, toma el pulso de la democracia en Honduras; la cual enfrenta desafíos significativos debido a la corrupción y falta de transparencia.

De los más de 1,602 hondureños participantes en la consulta, un 41% manifestó su aceptación de un golpe de Estado.

Este porcentaje es menor que el observado justo antes del golpe de 2009 (55%), y del registrado antes de la pandemia en el sondeo del 2018 cuando hubo un 45% de aceptación.

Honduras experimentó en 2009 un golpe de Estado, seguido de esquemas de compra de votos en 2013 y un cambio antidemocrático en la constitución para permitir la reelección de Juan Orlando Hernández en el 2017; por lo que tales prácticas no son un recuerdo distante.

Integridad electoral
Honduras se encuentra entre los países de la región con mayores dudas sobre la imparcialidad electoral. Los ciudadanos expresan dudas respecto a la secretividad del voto.

Un 44% de los hondureños cree que los políticos siempre pueden saber cómo votó la gente, por encima de Bahamas (37%) y Jamaica (35%).

El secreto del voto es un criterio clave de equidad electoral y fundamental para la igualdad política.

Además, la confianza en el voto secreto ayuda a controlar las prácticas de compra de votos y otras irregularidades electorales.

El Barómetro consultó a los hondureños si creen que los votos se cuentan de manera correcta y justa.

La respuesta más frecuente fue “a veces” (45%), seguida por «siempre» (27%), y “nunca” (29%).

En este sentido, la percepción de que los votos se cuentan de manera limpia es claramente minoritaria.

Las elecciones libres y justas son los cimientos con los que se construye democracia.

Diversos índices revelan que la corrupción es rampante y la integridad electoral es baja en Honduras.

Panorama de corrupción
Según Transparencia Internacional en su informe presentado en el 2024, Honduras mantiene un estancamiento desde hace tres años, ya que no muestra ni avances ni retrocesos en lo que se refiere a la percepción ciudadana de la corrupción.

Las percepciones de irregularidades oficiales también se hacen evidentes durante los procesos electorales en el país.

Según el Índice de Percepción de Integridad Electoral del Proyecto de Integridad Electoral, las elecciones de 2021 obtuvieron una puntuación de 50 sobre 100, ubicando al país en el puesto 23 entre 30 naciones de las Américas.

Por otro lado, se registran mejoras desde 2020, conforme al Índice de Elecciones Limpias de V-Dem, en aspectos como la autonomía y capacidad de los órganos electorales, reducción de la violencia durante los comicios, la precisión en el registro de votantes, así como la promoción de una competencia electoral justa y equitativa.

Las experiencias cotidianas con la corrupción concuerdan con las percepciones de los expertos sobre la corrupción en Honduras.

Por ejemplo, el World Justice Project calificó la corrupción en el poder judicial como particularmente alta.

En 2023, un 12% y un 15% de los hondureños afirmaron haber sido sobornados por parte de un oficial de policía o un tribunal, respectivamente.

Sólo un 5% reporta intentos de soborno por parte de otro empleado del sector público.

Los análisis del Barómetro plantean elementos centrales del Estado de derecho en Honduras, revelando matices de optimismo en un panorama generalmente sombrío.

Dentro de los hallazgos más prometedores: se reportan tasas significativamente más bajas de solicitud de sobornos por parte de agentes de policía y empleados públicos en 2023 en comparación con 2021.

Sin embargo, los niveles de denuncias de corrupción antes del 2021 sugieren que las prácticas corruptas cotidianas están normalizadas en el país.

Casi ningún hondureño piensa que no hay políticos corruptos. Al consultarles, la respuesta más común en 2023 es “todos” (36%), seguida por “más de la mitad” (30%) y solamente un 3% piensa que ninguno es corrupto.

A lo largo de la región, se percibe que tanto mujeres y hombres involucrados en política son igualmente corruptos. En Honduras se sostiene esta creencia en un 80%.

Las evaluaciones políticas también se correlacionan con actitudes hacia el género y la corrupción.

Cuanto más se apruebe el desempeño de la presidenta Xiomara Castro, más probable es que se crea que los hombres son más corruptos y menos probable que crean que ambos géneros son igualmente corruptos.

Impunidad y justicia
El Estado de derecho depende de un sistema de justicia que resuelva eficazmente los delitos y enjuicie a las personas por delitos penales.

Una leve mayoría de los hondureños manifestó respeto por las instituciones políticas (55%), pero la confianza en la justicia judicial (32%) y la protección de los derechos son bajas (28%).

Un sistema de justicia efectivo no sólo implica que los jueces y tribunales resuelvan casos de manera imparcial y protejan los derechos de los ciudadanos, sino también que éstos denuncien los crímenes contra ellos.

La cantidad de ciudadanos con la voluntad de denunciar extorsiones (50%) o robos (51%) es baja en comparación con la proporción que dice que es probable que denunciaran un incidente de violación sexual (73%).

Esto refleja una baja confianza en la capacidad del sistema de justicia para castigar a los culpables.

Los ciudadanos cuestionan, por ejemplo, la capacidad de los tribunales para ofrecer un juicio justo.

Sólo tres de cada diez hondureños expresan confianza en este mecanismo básico de justicia penal.

El problema más grave
Más de la mitad de los hondureños, es decir, uno de cada dos, consideran a la economía como el problema más grave en el país.

Desde el 2021, la percepción de la economía como el problema más urgente ha alcanzado su segundo nivel más alto desde 2006.

Las preocupaciones económicas superan considerablemente a otras, seguidas por la inseguridad (25%) y la política (7%).

Este nivel de preocupación por la economía duplica la proporción de quienes señalan otros temas nacionales como el más grave.

De la población encuestada, las mujeres (55%), los adultos jóvenes (56%) y las personas con menor nivel educativo (56%) son más propensos a considerar que la economía es el problema más urgente que enfrenta Honduras.

Intenciones de emigrar
En el reporte de 2023, uno de cada tres hondureños manifestó su intención de emigrar, un nivel que sigue siendo superior al promedio regional (34%).

Si bien esta situación ha disminuido desde los niveles elevados registrados en 2021, una cantidad significativa de ciudadanos (37%) aún planea hacerlo.

Hombres, jóvenes y aquellos con mayores niveles de riqueza tienen más probabilidades de expresar su intención de vivir o trabajar en otro país.

Sobre el estudio
El Barómetro de las Américas es la única encuesta comparativa científicamente rigurosa de valores y comportamientos democráticos en Latinoamérica y el Caribe.

Este estudio mide actitudes, evaluaciones, experiencias y comportamientos en la región, utilizando muestras probabilísticas nacionales de adultos en edad de votar.

Los métodos de estandarización y un cuestionario común permiten comparaciones válidas entre países y a lo largo del tiempo sobre temas que incluyen la economía, el Estado de derecho, la capacidad del estado, la confianza en las instituciones, los valores individuales, la corrupción, la seguridad y más. Más información sobre esta iniciativa multinacional está disponible en este enlace: https://www.vanderbilt.edu/lapop/regional-reports.php

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *