Ante la interrogante ¿DÓNDE ESTÁ EL DINERO?, Cholusat Sur revela cómo los miles de millones de lempiras que se supone fueron dilapidados en distintos casos de supuesta corrupción en la adquisición de hospitales e insumos en medio de la emergencia sanitaria por Covid-19 SON NADA en comparación con la incalculable cifra en dólares que representa la entrega del espectro radioeléctrico a las compañías de telefonía móvil Tigo y Claro.
Con la aprobación de la Ley de Auxilio al Sector Productivo y a los Trabajadores Ante los Efectos de la Pandemia Provocada por el Covid-19, y cómo ésta regala en sus artículos 22 y 23 el espectro radioeléctrico a Tigo y Claro, se consumó la más grande movida de la historia de Honduras, de dónde podría surgir una cantidad de recursos suficiente para dar solución integral a la crisis sanitaria que se atraviesa.
ARTÍCULO 22: La Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL), podrá modificar los Contratos de Concesión suscritos con los operadores de Telefonía Móvil Celular y del Servicio de Comunicaciones Personales (PCS), aprobados por el Congreso Nacional de la Republica, mediante Resolución del Pleno de la Comisión, debiendo notificar al Tribunal Superior de Cuentas y realizar la publicación del mismo en el Diario Oficial La Gaceta, para que surta efectos legales.
ARTÍCULO 23: Asimismo se autoriza a La Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) para que otorgue Licencias a petición de parte a los operadores de Telefonía Móvil Celular y Servicio de Comunicaciones Personales (PCS) en los rangos de frecuencias que se encuentre disponibles, Espectro radioeléctrico que será asignado de acuerdo a metodologías internacionales de valorización de espectro.
Son varios los puntos clave que apuntan a esta entrega del espectro radio eléctrico como la respuesta a la pregunta ¿DÓNDE ESTÁ EL DINERO?:
El oligopolio Tigo y Claro que impide el ingreso de una nueva compañía celular, le cuesta a honduras la posibilidad más de 700 millones de dólares por año como inversión inicial mínima.
A su vez se generarían más de tres mil puestos de empleo.
En el 2016 hubo Acuerdo Ejecutivo en el que la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) determinó que, mediante una licitación, se debía buscar la incorporación de un nuevo operador de telefonía móvil, pero esto resultó infructuoso porque se priorizó defender los intereses particulares de Tigo y Claro.
Entre el 2017 y 29018 la importación de teléfonos móviles, como negocio paralelo al oligopolio de Tigo y Claro, generó más de 34,3 millones de dólares.
Al cierre del 2017, el total de abonados de telefonía móvil en el país llegó a representar 92 de cada 100 hondureños.
En apenas tres meses, la telefonía celular movió 3,370 millones de minutos en tráfico móvil. Calculando lo que esto representa en dinero, se podrían construir varios hospitales con esa cantidad.
Sólo en un trimestre, se envían más de 85.3 millones de mensajitos.
Utilizando a la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel), estas compañías de telefonía celular generaron cientos de millones de dólares.
El espectro radioeléctrico que se le entregó por completo a Tigo y Claro genera más de 1,089 millones de lempiras.
Sumando sus abonados de internet fijo y móvil, suman más de tres millones. Representando esto cifras monstruosas en ganancias.