Las autoridades surcoreanas detuvieron al diplomático hondureño César Padilla tras ser señalado como responsable de un asalto ocurrido en el metro de la ciudad de Busan el pasado 19 de junio. El hecho ha provocado una reacción inmediata tanto del gobierno surcoreano como de la Cancillería hondureña.
Padilla, quien ocupa el cargo de segundo en la Embajada de Honduras en Corea del Sur, es señalado por presuntamente haber acosado y agredido a un pasajero mientras se encontraba en aparente estado de ebriedad. El Ministerio de Asuntos Exteriores surcoreano confirmó que el incidente es considerado de gravedad y ha iniciado los procedimientos correspondientes en coordinación con la sede diplomática hondureña.
La agencia oficial de noticias Yonhap detalló, citando a fuentes policiales, que el hondureño no opuso resistencia al momento de su detención. Aunque la identidad de la víctima no ha sido revelada, se sabe que fue abordada de forma agresiva por el diplomático en un vagón del metro mientras este realizaba un viaje oficial en la ciudad portuaria.
El vicecanciller de Honduras, Tony García, confirmó públicamente la identidad del funcionario involucrado, asegurando que se trata de César Padilla, quien anteriormente fue diputado suplente por el departamento de Cortés entre 2018 y 2022, representando al partido Libertad y Refundación (Libre).
De acuerdo con una publicación del medio Infobae, se está a la espera de que el diplomático decida si hará uso o no de su inmunidad diplomática. Hasta el momento, Padilla estaría colaborando con la investigación, mientras el Ministerio de Relaciones Exteriores de Honduras guarda silencio oficial sobre posibles medidas administrativas.
En tanto, el gobierno surcoreano ya notificó de manera formal a la Embajada de Honduras sobre el incidente, advirtiendo sobre la necesidad de extremar precauciones en el comportamiento de sus representantes diplomáticos.
Este hecho abre un nuevo debate sobre la conducta de funcionarios en el extranjero y el uso de los privilegios diplomáticos en casos donde puedan cometerse actos que vulneran las leyes locales.