Devaluación del Lempira genera preocupación por impacto en la economía de Honduras

En los últimos tres meses, el lempira ha experimentado una devaluación significativa frente al dólar, perdiendo al menos 0.42 centavos de su valor. Este fenómeno ha sido atribuido al acuerdo alcanzado entre el Gobierno de Honduras y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que establece un régimen de banda cambiaria móvil como parte de las condiciones para la revisión del acuerdo económico 2023-2026. Este pacto permitirá al país acceder a un desembolso de aproximadamente 200 millones de dólares antes de finalizar el año, según los expertos consultados.

Sin embargo, los especialistas advierten que, de continuar con el ritmo actual, la depreciación acumulada del lempira podría llegar a oscilar entre 0.50 y 0.60 centavos al cierre de 2024. Esta situación ya está generando preocupación entre los ciudadanos, quienes temen que el aumento en el valor del dólar afecte los precios de productos importados, como alimentos, combustibles y medicamentos, y, en consecuencia, la economía familiar.

Impacto de la devaluación hasta noviembre de 2024

Según datos del Banco Central de Honduras (BCH), hasta el 27 de noviembre de 2024, la devaluación acumulada del Tipo de Cambio de Referencia (TCR) ha sido de 50.96 centavos, lo que representa un 2.06% de depreciación. De acuerdo con las proyecciones, esta tendencia podría llevar la depreciación acumulada a superar los 60 centavos al final del año.

El actual mecanismo de banda cambiaria móvil implica ajustes diarios de aproximadamente un centavo en la subasta de divisas, lo que afecta de manera gradual el valor del lempira frente al dólar. Este mecanismo fue adoptado como parte del compromiso con el FMI para asegurar los 200 millones de dólares que se desembolsarán en diciembre y mantener la confianza en el acuerdo económico. La tercera revisión semestral de este convenio está prevista para marzo de 2025.

Preocupaciones económicas y efectos en el poder adquisitivo

Aunque el Gabinete Económico hondureño justifica el ajuste cambiario como una medida para alinear la moneda local con su valor real en el mercado internacional, los efectos en la población ya son evidentes. La devaluación está impulsando el aumento de los precios al consumidor, lo que reduce el poder adquisitivo de las familias hondureñas. Los sectores más afectados son los bienes importados, que son esenciales para el día a día de los ciudadanos, lo que genera una presión adicional sobre el costo de vida.

Los economistas advierten que, de mantenerse esta tendencia, tanto el comercio como la industria se enfrentarán a mayores desafíos, mientras que las familias hondureñas deberán adaptarse a un entorno económico más difícil en los próximos meses. La incertidumbre sobre el valor del lempira y su impacto en los precios de los productos básicos podría generar tensiones adicionales en la ya complicada situación económica del país.

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