La Comisión de Acción Social Menonita (CASM) ha ratificado que la migración masiva de hondureños, especialmente jóvenes, hacia Estados Unidos es una realidad alarmante y creciente. En un reciente informe, la organización presenta cifras que evidencian lo que se ha convertido en un fenómeno estructural en el país, impulsado por la pobreza, la violencia y la falta de empleo.
César Ramos, coordinador de gestión de incidencia del CASM, alertó sobre el aumento en los flujos migratorios, con una salida diaria de al menos 800 personas. Estudios y declaraciones de organismos internacionales indican que entre 2022 y 2024, el número de migrantes que abandona Honduras podría llegar a mil personas por día.
“Honduras se está quedando sin jóvenes”, advirtió Ramos, subrayando la gravedad de la situación. “Si la gente se está yendo, es porque las condiciones no son las adecuadas”, afirmó. El informe destaca que, aunque no se dispone de estadísticas precisas sobre la migración desde áreas urbanas, la tendencia es clara: los jóvenes están abandonando el país en busca de un futuro mejor.
Ramos criticó la narrativa oficial que sugiere una disminución en los flujos migratorios, señalando que, en la práctica, la situación es diferente. “En las comunidades se observa que se están quedando sin personas, especialmente jóvenes. La realidad en las zonas rurales y urbanas no coincide con lo que dicen los funcionarios”, comentó.
El informe del CASM resalta que esta masiva emigración refleja no solo la crisis económica, sino también la inseguridad y la falta de oportunidades que persisten en Honduras. La organización hace un llamado a las autoridades para que reconsideren sus políticas públicas, advirtiendo que, de lo contrario, la fuga de personas hacia el norte seguirá siendo la única opción viable para miles de hondureños.