El sector camaronero de Honduras enfrenta una de sus crisis más graves en la historia reciente, según advirtió Javier Amador, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Acuicultores de Honduras (ANDAH). En declaraciones recientes, Amador describió este año como «uno de los más oscuros» para la industria, que ha sufrido los efectos devastadores de la cancelación del Tratado de Libre Comercio con Taiwán.
Amador destacó que, hasta noviembre, la ruptura con Taiwán ha ocasionado una drástica disminución de 51.5 millones de dólares en ingresos para el sector. Entre los factores más relevantes que han contribuido a esta caída se encuentran los aranceles impuestos, la baja en los precios internacionales y la pérdida de mercados clave.
La situación es alarmante: las divisas generadas por la industria camaronera han experimentado una caída del 21%, lo que representa una pérdida cercana a los 39 millones de dólares. «Este es un golpe histórico para la industria», lamentó Amador. «Lo que estamos viviendo es insuperable y ya anticipamos un cierre negativo para este año».
La industria camaronera, que constituye uno de los pilares fundamentales de la economía nacional, especialmente en la zona sur, se enfrenta a un panorama desafiante. La pérdida de mercados y la caída de los precios internacionales dificultan la recuperación del sector, lo que ha llevado a la ANDAH a solicitar medidas urgentes de apoyo por parte del gobierno para mitigar las pérdidas y explorar soluciones inmediatas.
Con el cierre de 2024 en el horizonte, el futuro de la industria camaronera es incierto, lo que pone en riesgo una de las principales fuentes de exportación de Honduras. Este año podría ser decisivo para determinar la viabilidad a largo plazo del sector.