«Si se analiza el comportamiento del Congreso Nacional pareciera ser que es una oficina de tramitación, son muy pocos, y poco relevantes los proyectos que han surgido en el seno del Legislativo, (y) los que han acaparado las grandes atenciones son justamente aquellos que son enviados desde el Ejecutivo», dijo Hernández.
De esa manera, Hernández indicó que el pueblo hondureño eligió a 128 diputados, no para «generar caos», ni para «dar clases de violencia e intolerancia», como «se han caracterizado», sino «para que produzcan y traten de ver cómo se enfrentan los problemas serios que tiene el país en temas como educación, salud y seguridad».
«En ninguno de estos temas importantes ha habido iniciativas de ley», no se ha legislado «mas que a ridiculeces y hasta rondando estupideces con eso del Día de la Rosquilla y un montón de cosas que al final son un insulto para la inteligencia del pueblo», agregó Hernández.
El también presidente de Transparencia Internacional, Capítulo Honduras, hizo un llamado a quienes dirigen el Congreso Nacional para que «estructuren una agenda» propia y abran los espacios de diálogo y discusión «con altura» que lleven a encontrar salidas a los problemas que aquejan al país.
Carlos Hernández también criticó que haya legisladores que se estén dedicando a hacer campañas políticas prematuras, aún cuando no logran ni ponerse de acuerdo para aprobar, reformar o derogar leyes.
«Hay cinismo y falta de transparencia en una inactividad constante y permanente» porque los diputados no solo reciben su salario ordinario, también cobran dietas, viáticos y se movilizan por el país «dizque por labor legislativa, pero no se traduce en proyectos concretos», lamentó.