Con ataque a buses, extorsionadores se aferran a seguirse lucrando del ‘impuesto de guerra’

«Estamos trabajando fuerte, en realidad, la extorsión y los homicidios están presentes, pero han disminuido, lo que pasa es que debe ser una lucha y una estrategia sostenida a través del tiempo para ir mejorando esos niveles de conflictividad y la ola de criminalidad que tenemos», dijo Sánchez.

Sánchez refirió que producto de los operativos que se desarrollan a nivel nacional -en el marco del estado de excepción- a diario se reportan capturas de miembros de bandas criminales, decomisándoles armas y dinero, pero indicó que el delito de la extorsión tiene más de una década en Honduras.

El sector transporte es uno de los más afectados por la extorsión que les exigen diferentes grupos organizados que, al no tener respuesta del pago que exigen, atentan y matan a conductores y ayudantes de buses o queman las unidades, como el caso que se registró el jueves en el bulevar Suyapa de Tegucigalpa, capital de Honduras.

La quema de la unidad de transporte está también relacionada con las acciones que están haciendo las autoridades contra la criminalidad y violencia, dijo el comisionado Gustavo Sánchez.

«Creemos que está relacionado con las operaciones que hemos venido realizando, específicamente con la última en la que se decomisó un lanzacohetes», expresó Sánchez.

El lanzacohetes ruso y otros artefactos explosivos fue decomisado durante un allanamiento de viviendas en Ciudad España, a unos 36 kilómetros al noroeste de la capital Tegucigalpa.

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