Los migrantes en una caravana de centroamericanos se apresuraban el miércoles a alcanzar la frontera de México con Estados Unidos, arribado por centenares a Tijuana, al tiempo que las autoridades estadounidenses preparan barreras de seguridad con alambre de púas.
Las autoridades en Tijuana estaban pasando trabajos para lidiar con un grupo de 357 migrantes que llegaron a bordo de nueve autobuses el martes y otro grupo de 398 que arribó el miércoles.
Josué Vargas, un inmigrante hondureño que finalmente llegó a Tijuana el miércoles tras más de un mes en ruta, dijo que México ha sido excelente y él no tienes quejas, pero agregó que está por ver lo de Estados Unidos.
En tanto, el secretario de Defensa estadounidense Jim Mattis visitó a las tropas desplegadas junto a la frontera en Texas y dijo que el despliegue provee un buen entrenamiento para una guerra.
Eso no disuadió a los migrantes que llegaron a Tijuana, que se dirigieron a la frontera a celebrar.
César Palencia Chávez, jefe de servicios de migración en Tijuana, dijo que las autoridades ofrecieron llevar a los migrantes a albergues inmediatamente, pero que éstos lo rechazaron porque querían seguir juntos y los albergues solamente pueden albergar a grupos de entre 30 y 40.
Pero agregó que tras visitar la frontera, la mayoría aceptaron se llevados a los albergues.
Con un total de tres caravanas desplazándose por México, totalizando entre 7.000 y 10.000 migrantes, surgieron interrogantes de cómo va a poder lidiar Tijuana con tal influjo, especialmente en momentos en que Estados Unidos da pasos para fortalecer la seguridad fronteriza y dificultar las solicitudes de asilo.
El miércoles, autobuses y camiones llevaron a algunos migrantes al estado de Sinaloa _junto al Golfo de California_ y más al norte a la frontera del estado de Sonora.
El grueso de la caravana principal parecía estar a unos 1.800 kilómetros (1.100 millas) de la frontera, pero avanza centenares de kilómetros por día.
El reverendo Miguel Ángel Soto, director de la Casa del Migrante en Culiacán, Sinaloa, dijo que unos 2.000 migrantes han llegado al área. Dijo que el gobierno del estado, la iglesia católica y funcionarios de Escuinapa están ayudando a los migrantes.
El sacerdote dijo que la iglesia había podido conseguir que “buenas personas” proveyesen autobuses para transportar a los migrantes al norte. Indicó que hasta el momento 24 autobuses salieron de Escuinapa, Sinaloa, hacia Navojoa, en Sonora. Grupos menores fueron reportados en las norteñas ciudades de Saltillo y Monterrey, en la región cercana a Texas.
De Sonora, algunos migrantes dijeron que habían tomado ya buses hacia Tijuana.
Unos 1.300 migrantes en una segunda caravana estaban descansando en un estadio en la Ciudad de México, donde el primer grupo se quedó la semana previa. Una tercera caravana se dirige hacia la capital.
Las caravanas se convirtieron en un tema de campaña en las recientes elecciones de medio término en Estados Unidos y el presidente Donald Trump ordenó el despliegue de más de 5.000 soldados a la frontera.
La mayoría de los migrantes huyen de la pobreza, la violencia de las pandillas y la inestabilidad política principalmente en Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua.
México informó que otorgó 2.697 visas temporales a individuos y familias y alrededor de 533 migrantes solicitaron un regreso voluntario a sus países.
En Estados Unidos, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza anunció que cerrará cuatro carriles en los concurridos puertos de entrada de San Ysidro y Otay Mesa en San Diego, California. Agregó que los cierres son necesarios para instalar equipos de infraestructura para reforzar los “puertos en preparación para la caravana de migrantes y el riesgo potencial de seguridad y protección que podría causar”.
Eso aún deja un camino importante para las decenas de miles de personas que cruzan diariamente: 23 carriles permanecen abiertos en San Ysidro y 12 en Otay Mesa.
San Ysidro es el cruce más transitado de la frontera, con aproximadamente 110.000 personas que ingresan a Estados Unidos a diario. Ese tráfico incluye unos 40.000 vehículos, 34.000 peatones y entre 150 y 200 autobuses.
Durante la travesía los migrantes se han subido a diferentes tipos de vehículos para acortar su marcha: algunos se han apilado cuatro niveles por encima de un camión destinado a cerdos, otros se han trasladado en uno que transportaba ataúdes y varios se metieron en un camión con jaulas estrechas utilizadas para el transporte de pollos.
Muchos, especialmente los hombres, viajan en remolques utilizados para transportar acero y automóviles o suben a los contenedores de carga de vehículos de 18 ruedas y van con una de las puertas traseras abiertas para recibir algo de aire.
La práctica no está exenta de peligros. Un hondureño murió al caer de un camión en el estado mexicano de Chiapas.-AP