Víctor Wilson Canessa señaló que esta Ley de Justicia Tributaria «destruirá las empresas que operan en el secto, así como también rechazó que el sector privado haya pagado o forzado a los empleados por la manifestación del martes 9 de mayo.
«Desde el lagunero más humilde hasta el gerente de producción más sofisticado pueden entender muy rápidamente que un aumento de costo en el rubro donde trabajan podría significar, y va a significar, el exterminio de sus fuentes de trabajo», explicó Canessa.
Así también indicó que cómo se ha manejado la discusión de la ley no puede llamarse como diálogo constructivo, «más bien son de posiciones enmarcadas sin tomar en cuenta las consecuencias».
De igual manera, explicó que ninguno de los trabajadores que se manifestaron el martes 9 de mayo fue «coaccionado para salir a marchar», según lo que conoce de la situación, y aseguró que él no influyó en nadie para que lo hiciera.
«El proyecto Ley (de Justicia Tributaria) como yo lo he leído, que es la versión que fue enviada al Congreso Nacional, francamente destruye y daña severamente la capacidad de las empresas en esos rubros para operar con un margen positivo», explicó.
Por su parte, el secretario de la presidencia de la república, Rodolfo Pastor de María y Campos pidió que se analice con mucha seriedad la Ley de Justicia Tributaria, con ‘cabeza fría’ lo que se está proponiendo por parte del Ejecutivo, porque no tendría ninguna razón de ser que se perdieran empleos, sino todo lo contrario, que se generen más empleos con mejores remuneraciones.