En la homilía dominical en la Catedral Metropolitana San Miguel Arcángel de Tegucigalpa, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, reflexionó sobre las personas que se enferman de soberbia en el poder “caen tarde o temprano”.
Nos damos cuenta que estamos muy lejos, cuando aquí lo que se exhibe es el crimen, la muerte, el asesinato, la violencia y la corrupción, acuérdate de nosotros señor.
Ese Reino de amor, de misericordia, necesitamos ver en este amor la fuente de nuestra vida cristiana y recordar hoy que nunca es tarde para entrar por el camino del evangelio, cualquier día, cualquier momento, cualquier instante de tu vida puede ser hoy, hoy estarás conmigo en el paraíso.
El hoy de la salvación, hoy podemos empezar de nuevo, pensar que el paraíso es en este hoy, aunque nos encontremos en una situación muy difícil, este hoy está presente, la resurrección y la vida que nos trae Jesús.
Estamos celebrando la fiesta de Cristo Rey del Universo, en la cruz es el trono de donde él reina, este rey tiene un mensaje que no siempre escuchamos al ser humano se le salva amándole hasta el final.
Jesús muerto en la cruz, en actitud de amor total al ser humano nos interpela a todos, el abre un camino a nosotros, un camino lleno de esperanzas, hoy celebramos que Cristo es nuestro rey y deseamos que reine en nuestra vida, en nuestro mundo, aunque hoy el que reina puede ser el dinero, puede ser el placer, las reglas morales y puede ser la búsqueda de poder.
“La gente no mira la historia y no reconoce la historia, todos aquellos que se ensoberbecen en el poder, que no lo ejercen con humildad, caen tarde o temprano que después no quedan más que ruinas como el imperio Romano, específicamente el Coliseo Romano donde sacrificaron muchos cristianos, convirtiéndolos en antorchas humanas, es simplemente una ruina y un recuerdo lleno de tristeza.
“Todos aquellos que se creen reyezuelos de este mundo, que quieren esclavizar a los demás con cualquiera de los crímenes, ninguno de los capos del crimen organizado saldrán de cuatro paredes, tantos van a salir para el cementerio”, comentó.
“Hoy podemos preguntarnos quien domina en mi vida, quien reina en mi tiempo, quien es el rey a quien le doy atención, todo lo que nos domina nos quita la libertad interior, todo puede esclavizarnos, si no tenemos una jerarquía de valores donde ponemos en primer lugar, el bien, el amor, el servicio, vamos a ser simples esclavos, aunque proclamemos que vivimos en libertad.
De igual manera, indicó que una vida llena de cosas, materialismo que al final no trae felicidad, sino que deja un vacío terrible y un sin sentido en la vida.
El religioso también habló sobre la ola de violencia en Honduras y expresó que “aquí lo que se vive es el crimen, la muerte, el asesinato, la violencia y la corrupción”.
Recalcó que nunca es tarde para la salvación y todos pueden buscarla.
Al mismo tiempo, instó a que en cualquier circunstancia se puede orar y pedir al Señor que se acuerde de uno, como lo hizo el “delincuente” al lado de su cruz.
“La promesa de Jesús al buen ladrón nos da una gran esperanza, nos dice que la gracia de Dios es siempre más abundante que la plegaria que la ha pedido, el Señor siempre da más de lo que se pide”, dijo.