Un tribunal turco sentenció este jueves a cadena perpetua a 151 personas en uno de los juicios más masivos celebrados con motivo del fallido golpe de Estado de 2016.
El tribunal de Sincan, en la provincia de Ankara, sentenció a cadena perpetua agravada a 128 personas, lo que implica condiciones de encarcelamiento especialmente duras, y a cadena perpetua a otras 23 personas, por «intento de derrocamiento del orden constitucional», asesinato e intento de asesinato, informó la agencia privada DHA.
Por otra parte, 32 personas fueron liberadas y 27 recibieron condenas que van hasta los 20 años de prisión por «pertenencia a una organización terrorista», según la misma fuente.
Un total de 224 personas, entre ellas una veintena de generales, fueron juzgados en este megajuicio, uno de los más importantes sobre el intento de golpe de estado de 2016. De ese total, 176 se encontraban en detención provisional, 35 en libertad y 13 prófugos.
Un exjefe de la Fuerza Aérea, Akin Öztürk, y el edecán de Erdogan en el momento del golpe, Ali Yazici, integran la lista de condenados a perpetuidad, informó DHA.
La tentativa de golpe de Estado en la noche del 15 al 16 de julio de 2016 dejó casi 250 muertos, sin contar a los golpistas, y miles de heridos.
El ministro de Justicia, Abdülhamit Gül, celebró esas condenas que muestran la «ejemplaridad» del sistema judicial de su país.
La audiencia se llevó a cabo en la cárcel de Sincan, donde se construyó una inmensa sala para celebrar los juicios.
– «Vergüenza» –
Un centenar de personas se encontraban reunidas en un tenso ambiente ante el tribunal fuertemente custodiado, observó una periodista de la AFP.
Impedida de entrar en el recinto del tribunal por la policía, Saliha Arigan, la madre de un hombre muerto por los golpistas golpeó las rejas llorando e insultando a las autoridades.
Mientras el juez anunciaba las condenas de los acusados en la sala de audiencias, los policías en el exterior se esforzaban por mantener la calma en la multitud, donde se registraban peleas. Un agente disparó varias veces al aire para calmar los ánimos.
Durante la apertura del proceso en mayo de 2017, familias de víctimas del putsch se habían reunido ante el tribunal, exigiendo el restablecimiento de la pena de muerte, abolida en el marco de la candidatura turca a la Unión Europea.
Si bien el presidente Erdogan aseguró en varias ocasiones que estaba dispuesto a restablecerla, aún no se tomó ninguna medida en ese sentido.
«Quiero que mi hijo descanse en paz y que los traidores sean ejecutados», dijo Saliha Arigan.
«Veo gente de la familia de un acusado que vierte lágrimas de dicha», se quejó de su lado Birgül Yilmaz, cuyo padre murió el 15 de julio de 2016 por la noche. «Vomitamos sangre desde hace tres años y ellos lloran de dicha…», vociferó.
Ankara imputa este intento de derrocar al presidente Erdogan a su exaliado, el predicador Fethulá Gülen, instalado en Estados Unidos desde hace una veintena de años.
Gülen, por el cual Ankara no deja de pedir la extradición, desmiente cualquier implicación en el fallido golpe.
Las detenciones y juicios lanzados tras ese hecho son de una amplitud sin precedentes en Turquía. Más de 50.000 personas, incluidos militares, magistrados y profesores, fueron detenidas luego del 15 de julio.
Hasta ahora y sin contar las condenas de este jueves, 3.239 personas fueron condenadas luego de 261 juicios vinculados con el golpe de Estado. 28 procesos están aún en marcha, según cifras del Ministerio de Justicia.
De acuerdo con el acta de acusación citada por los medios turcos, más de 8.000 militares formaron parte del putsch, durante el cual los golpistas utilizaron 35 aviones de combate, 37 helicópteros, 74 tanques, 246 vehículos blindados y unas 4.000 armas livianas.-AFP