Brasil registró 1.204 fallecidos por COVID-19 en el último día, con lo que el balance total de muertes llegó a 47.869, mientras que los casos confirmados ascendieron hasta los 983.359, informó este jueves el Gobierno.
El Ministerio de Salud informó en su boletín diario sobre la enfermedad que hubo un incremento de 23.050 contagios en las últimas 24 horas, lo que refuerza al país como uno de los focos globales de la pandemia.
Este jueves fue el tercer día seguido en que el gigante suramericano superó los 1.200 fallecidos diarios por el nuevo coronavirus, que parece haberse estancado en esa franja media del millar de decesos cada 24 horas.
Brasil es el segundo país en número total de muertes e infectados con COVID-19 por detrás de Estados Unidos, aunque, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), encabeza las estadísticas cuando el análisis se reduce a los últimos siete días.
Según datos de las secretarías de Salud regionales, ya hay al menos un caso de coronavirus en el 85 % de los 5.570 municipios de este país que tiene una población de 210 millones de habitantes.
El número de recuperados se ubica ahora en los 482.102, lo que representa el 49 % del total de pacientes con la enfermedad.
La OMS afirmó esta semana que ve una cierta estabilización de la pandemia en Brasil, aunque advirtió que aún es pronto para decir que se ha llegado al pico de la llamada curva epidemiológica. De hecho, hay bastantes divergencias entre los especialistas sanitarios brasileños sobre cuándo se alcanzará el pico en el número de casos y contagios.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a criticar este jueves las medidas de aislamiento social aún vigentes en algunos estados y municipios del país y el «vaivén» de la OMS en algunos aspectos de la gestión de la pandemia.
“Brasil no aguanta más el ‘quédese en casa’”, afirmó el mandatario en una transmisión vía redes sociales.Imagen de archivo del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, utilizando una mascarilla en medio de una ceremonia en el Palacio Planalto, en Brasilia (REUTERS/Adriano Machado/)
El gobernante, que minusvalora la gravedad de la enfermedad, a la que califica de «gripecita», y considera las cuarentenas un «crimen», hizo un nuevo llamamiento a alcaldes y gobernadores para una «retomada ordenada de la economía», lo que ya está ocurriendo.
También aseguró que «lo que menos tiene de ciencia» es la OMS, pues, a su juicio, «está en un vaivén todo el tiempo», con cambios de opinión y las dudas como las que ha levantado sobre la eficacia de la cloroquina, sobre la que no hay consenso, pero que Bolsonaro defiende con vehemencia.
El principal foco en Brasil continúa siendo el estado de Sao Paulo, el más rico y poblado del país, con 46 millones de habitantes, y que contabiliza 11.846 muertes y 192.628 contagios.
Le sigue Río de Janeiro, con 8.412 óbitos y 87.317 infectados y donde este jueves volverán, sin público, los partidos de fútbol por el Campeonato Carioca, pese a la reticencia de algunos clubes de la región y las alertas de la comunidad científica.
También preocupa la situación en el estado de Ceará, en el empobrecido nordeste del país, pues con una población de casi nueve millones, muy inferior a la de Sao Paulo y Río, registra 5.377 decesos y 87.273 casos.
Con información de EFE