Marisa Leticia Rocco, de 66 años, fue víctima de un accidente cerebro vascular, que deterioró su estado de salud en los últimos días.
La esposa del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, Marisa Leticia Rocco, falleció este jueves, a sus 66 años de edad. La ex primera dama se encontraba en un estado de coma inducido como consecuencia de un accidente cerebro vascular (ACV), sufrido el pasado 24 de enero.
El doctor Roberto Kalil Filho, el cual la atendió desde que fue hospitalizada, anticipó que su situación se agravó en la tarde del miércoles y que ya era «irreversible».
De acuerdo con el especialista, los últimos exámenes detectaron que la arteria que lleva sangre hasta el cerebro se había bloqueado por algunos instantes y que el flujo sanguíneo no era el ideal.
El pasado martes, los médicos habían reducido los sedantes que mantenían a la paciente en estado de coma inducido pero, ante el agravamiento de su situación, volvieron a suministrarlos.
Entre las diversas manifestaciones de solidaridad que han surgido en días posteriores al incidente, está la del dirigente Luiz Marinho, del Partido de los Trabajadores (PT) y exalcalde de Sao Bernardo do Campo: «Es un momento difícil, en el cual hay que rezar», afirmó.
Por otra parte, el titular del Instituto Lula, Paulo Okamotto, aseguró que la ex primera dama «está en las manos de Dios».
El ex mandatario, Lula Da silva, agradeció las muestras de solidaridad brindadas a su familia a través de la red social Twitter.
En Contexto
Rocco, de 66 años, fue la segunda esposa de Lula, con quien contrajo matrimonio en 1973 cuando ambos eran viudos y fue primera dama de Brasil entre 2003 y 2010. Era madre de cinco hijos, cuatro de ellos con Lula.
Conocida por su bajo perfil, Rocco, hija de un taxista inmigrante italiano de Sao Bernardo do Campo, fue un respaldo histórico de la carrera política de Lula, primero como sindicalista en los años 70 y luego al frente del PT, durante la década de los 80.
Es en esta época cuando lideró la Marcha de las Mujeres para reclamar la liberación de sindicalistas que habían sido presos por realizar huelgas en el Gran San Pablo contra la dictadura militar, entre ellos Lula.-EFE