El Supremo Tribunal Federal de Brasil falló el martes que el exjuez Sergio Moro fue parcial en la forma en la que supervisó el juicio por corrupción contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, brindando una reivindicación al político izquierdista, quien desde hace tiempo ha alegado que se trató de una persecución política.
La decisión ensombrece aún más la reputación de Moro y de la investigación Lava Jato que dirigió durante años. Moro sentenció a cientos de dirigentes empresariales y políticos, quienes se creía que gozaban de impunidad, y se transformó en una de las figuras públicas mejor conocidas de Brasil. Algunos lo calificaron como un héroe, mientras que otros lo acusaron de ser un fanático.
“En este caso lo que se discute es algo que para mí es clave: Todos tienen derecho a un juicio justo, al debido proceso legal y a la imparcialidad del juez”, señaló la magistrada Carmen Lucía, quien emitió el voto que rompió el desempate.
Mensajes filtrados que fueron publicados por The Intercept Brasil en 2019 mostraban una aparente colusión entre Moro y los fiscales de la pesquisa Lava Jato durante el proceso que al final envió a prisión a Lula por corrupción y lavado de dinero. Su condena en apelación lo dejó fuera de las elecciones presidenciales de 2018, de conformidad con las reglas de la Ley de Ficha Limpia de Brasil, y allanó el camino para que el legislador Jair Bolsonaro obtuviera la victoria. Moro se convirtió en el ministro de Justicia de Bolsonaro.
El fallo del martes se produce luego de una decisión por separado del juez Edson Fachin realizada el 8 de marzo de anular las dos condenas contra Lula, con el fundamento de que fue juzgado en un tribunal sin la debida jurisdicción, y estableció que podría volver a ser sometido a un juicio en un tribunal federal de la capital Brasilia.
Los abogados de Lula, Cristiano Zanin Martins y Valeska Martins, señalaron en un comunicado que la decisión fue “histórica y revigorizante”.
“Demostramos que Moro nunca actuó como un juez, sino como un adversario personal y político del expresidente Lula”, dijeron los abogados. “Sufrimos toda clase de ilegalidades con Lava Jato, algunas de las cuales se describen en el fallo que reconoció la parcialidad del exjuez, como el monitoreo ilegal de nuestros teléfonos para que miembros de la investigación pudieran seguir nuestra estrategia de defensa en tiempo real”.
Si bien la decisión emitida hace unas semanas despejó el camino para que Lula se enfrente a Bolsonaro en las elecciones presidenciales de 2022, también fue interpretada por los expertos legales como un recurso para evitar un fallo sobre las acusaciones de parcialidad de Moro, y así preservar las condenas y credibilidad de la investigación Lava Jato. Sin embargo, otro juez pidió una votación sobre el asunto pendiente.
Con una votación de 3 a favor y 2 en contra, los jueces prohibieron el martes que las pruebas reunidas en la pesquisa Lava Jato sobre la supuesta propiedad de Lula de un tríplex en la localidad costera de Guaruja fueran utilizadas en cualquier juicio futuro. Los jueces no se pronunciaron sobre si la evidencia recopilada anteriormente podría ser usada en el nuevo juicio de la otra condena de Lula, o en sus otros dos casos penales sin resolver.
Michael Mohallem, coordinador del Centro de Justicia de la Fundación Getulio Vargas, dijo que el fallo regresa al punto de partida cualquier proceso de corrupción contra Lula, y consolida su candidatura rumbo a las elecciones de 2022. Pero también ofrece un rayo de esperanza para otros que han sido encarcelados.
“Lula podrá decir que fue procesado por un juez que quería declararlo culpable. Para la campaña política, eso es muy valioso”, añadió Mohallem. “El temor es que muchos reclusos interpondrán recursos para anular sus sentencias. El fallo abre esa discusión”, puntualizó.-AP