El polémico mecanismo impulsado por el presidente Nayib Bukele hasta la fecha registra el arresto de al menos 68 mil presuntos criminales, sin orden de captura, pero también reporta unos 153 reos muertos en prisión.
La estrategia de seguridad tiene seguidores producto de sus resultados, como conseguir el pasado 10 de mayo lo equivalente a un año (365 días, no consecutivos) sin homicidios.
Al mismo tiempo atrae críticas por las presuntas violaciones a los derechos humanos, entre otras cosas, maltratos a los privados de libertad y la impunidad, falta de transparencia y acceso de información por parte de las autoridades.
«Era necesario hacer restricciones de derechos humanos para poder hacer capturas masivas, poder ingresar a territorios que no entraban ni soldados porque ellos (maras y pandillas) tenían el control total», dijo la analista y defensora de derechos humanas salvadoreña, Bessy Ríos.
Sin embargo, fue clara en establecer que la medida es funcional siempre y cuando se tenga claro que es excepcional, es decir, no permanente.