América Latina no se cruzó de brazos luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretara emergencia internacional por el coronavirus.
El Salvador y Guatemala anunciaron el viernes temprano que no permitirán el ingreso de personas provenientes de China, mientras que Brasil se mantenía en alerta ante el incremento de casos sospechosos.
Pese a que no hay vuelos directos desde China, el viceministro de Salud Pública salvadoreño, Francisco Alabí, dijo que habían sido suspendidos y que se han intensificado “los controles de vuelos y personas que provengan de países donde hay circulación del virus”, sin dar más detalles. Agregó que “tomaremos las medidas necesarias para poner en cuarentena los casos sospechosos”.
El gobierno salvadoreño reiteró que en el país no hay casos sospechosos, pero desde hace más de una semana los viajeros que arriban al aeropuerto internacional pasan por controles sanitarios. El gobierno del presidente Nayib Bukele ha destinado 8,6 millones de dólares que pueden ser utilizados de manera inmediata para atender cualquier contingencia sanitaria.
En tanto, el presidente guatemalteco Alejandro Giammattei informó la restricción de ingreso a “cualquier persona que haya estado en China en un lapso de 15 días antes de llegar al país”.
Giammattei declaró una alerta sanitaria en puertos y aeropuertos de todo el país y ordenó la instalación de una cámara que mide la temperatura a los pasajeros que arriban al Aeropuerto la Aurora. El Ministerio de Salud de Guatemala precisó más tarde que la medida afectaría únicamente a extranjeros. Los guatemaltecos podrían ingresar bajo protocolos de protección: una entrevista para establecer posibles contactos, exámenes físicos y –si dieran positivo– realizar una cuarentena.
El escenario en Brasil es diferente. El viernes las autoridades del área de Salud informaron que los casos sospechosos subieron a 12, con cinco nuevos en el estado de Sao Paulo y uno en Santa Catarina, en el sur del país. En tanto, un caso en el estado de Minas Gerais fue descartado.
Las autoridades brasileñas recalcaron que no existe por el momento ninguna restricción de viaje para China, pero la población fue orientada a evitar momentáneamente los viajes en caso de que sea posible.
El presidente Jair Bolsonaro dijo que el gobierno evacuará a los brasileños que se encuentren en China, en el epicentro del virus, sólo cuando sean determinadas medidas que protejan a la población local, como la garantía de que esas personas permanezcan en cuarentena al regresar a América del Sur.
Se cree que unos 30 brasileños están en la zona de la cuarentena china.
Bolsonaro manifestó además preocupación por la posibilidad de que se confirme un caso de contagio en el vecino Venezuela. “Creemos que puede suceder una entrada en masa de venezolanos para acá, debido al clima que se instalará en ese país”, dijo a periodistas en Brasilia.
Además, el mandatario brasileño manifestó que el avance del coronavirus provocará un impacto en la economía local, debido a una caída en las exportaciones hacia el que es su principal mercado exportador.
“El golpe en la economía va a traer algún problema. Puede ser que nuestras exportaciones sean afectadas en orden de un 3%, para nosotros pesa”, dijo Bolsonaro.-AP